¿Dónde le duele más a la oposición?
Por Laura Cevallos
Imaginemos que llega un ser que no tiene conocimiento de lo que es la 4T y la derecha conservadora en México, refiriéndonos a los diputados, políticos y demás. Y de pronto se da cuenta de que la oposición, en vez de ser la voz consciente que está ahí para impulsar hacia adelante un grupo de ideas, o para ser el real contrapeso a un poder que se está queriendo aprovechar del lugar de privilegio del mandato, se dedica a decir NO a cada una de las propuestas que se ponen a discusión sólo porque sí, sin analizar las consecuencias benéficas que, a la larga, semejantes modificaciones irían a mejorar la vida de la población, más allá del sello político que tacharan en cada elección. ¿Qué creería ese sujeto? Pues que los conservadores mexicanos son, de plano, imbéciles. ¿Por qué? Simplemente por la razón de que ser opositor no implica oponerse y ya.
Y luego, pensemos que este ser es, coincidentemente un investigador de la conducta social política de los pueblos y no logra entender cómo es que los propios “representantes populares” no representan a quienes los eligieron para ser su voz en las cámaras, sino que pacta con esos esquilmadores de la riqueza de esta patria para que nos sigan expoliando; obviamente, el investigador caería inanimado ante la sorpresa de enterarse que los conservadores, ante todo, son traidores a la patria.
Y ese investigador sigue inquiriendo en las razones y todas se reducen al dinero y al poder asociado. Resulta que se entera que los que hacían leyes, las hacían para proteger a los extractores de riqueza, a los corruptos, a los vendepatrias… al ascenso en las élites y a la propia expansión de ese micromundo de multimillonarios que se hicieron de esa riqueza a la mala, a punta de traiciones, sin ocuparse nunca de una mediana prosperidad para esa patria que les proveyó de todo, sin esforzarse en nada. Los empresarios que no pagaban impuesto no eran castigados por el fisco; los políticos se volvían estúpidamente ricos en un cargo por tres años, con un sueldo medio, además de que los jueces mayores de la Corte y los presidentes de los órganos autónomos (supuestamente al servicio del pueblo), eran personas que, por aplicar la justicia, en teoría, realmente torcían las leyes para que las culpas y responsabilidades cayeran siempre en los más pobres y desvalidos de esa sociedad injustamente maltratada, cobrando jugosos sueldos y mejores cochupos que los hizo descomunalmente millonarios.
Tales desacuerdos entre el mundo del ser (la teoría) y el deber ser (la práctica) no se deben a que México fuera un país sin ley, como el ser investigador podría haber imaginado, sino que era un país donde los encargados de custodiar la dignidad y la soberanía estuvieron más atentos de venderlas y cobrar el favor con el cochino dinero.
Alto al imaginario. Vamos a la realidad.
En nuestro país tenemos una oposición y una élite política que, de no ser porque los vemos a diario mentir descaradamente y burlarse de sus electores, o emitir amparos que permitan a los abusadores seguir abusando sin pudor; o un órgano electoral tendencioso, o un ente regulador de la competencia permitir monopolios, creeríamos que estamos leyendo el guion de una de esas películas surrealistas de Buñuel o Tim Burton.
Cada acto protocolario del titular del Ejecutivo Federal dentro y fuera del país, como las visitas a los Estados Unidos o a los países hermanos de Centroamérica, cada acción ejecutiva, como la construcción e inauguración de la terminal aérea Felipe Ángeles y los museos del área, el del Mamut, el del tren Presidencial y el Museo Militar de Aviación, que cuenta también con una zona hotelera, una para el shopping y la más importante, que es la de vivienda para los actuales y futuros trabajadores del área; así como las visitas de inspección a los distintos complejos estratégicos para la soberanía energética y la seguridad nacional a la Refinería Dos Bocas, en Tabasco que está próxima a inaugurarse y que ha sido ampliamente laureada por constructores de estos complejos industriales por la velocidad y calidad en China y otros países; o los trenes Maya y Transístmico, que serán las joyas de la corona en materia de telecomunicaciones y transporte en modo “turista” y de carga, así como de transformación de productos, pero interconectándose, al mismo tiempo, con la región de Centroamérica para el desarrollo amplio de los programas insignia Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo, es causa del retorcimiento intestinal de ésos, que se autodefinen como los conservadores.
A la oposición le duele el bolsillo, porque ha dejado de tener invitación a lucrar con las obras y operación de servicios de los proyectos nacionales y dejar de hacerse ricos sin trabajar es profundamente grave para su estatus.
De esta visita histórica, el Presidente mexicano vuelve con tres condecoraciones: la Orden del Quetzal (Guatemala); Orden Civil José Cecilio del Valle (Honduras), y Orden José Martí (Cuba); con la reorganización arancelaria y de tránsito de bienes alimentarios; al movimiento de personas con seguridad de protección a derechos humanos; la numeralia de cómo se han aplicado los programas insignia de la política exterior de México, con resultados positivos y refrendando la amistas que se tiene entre nuestro país y el resto de la Patria Grande.
¿Y qué le pasó a nuestra triste y pírrica oposición?
Jorge Ramos, por hablar solo de un periodista, acusó de traidor al Presidente por haber acudido a saludar a un “antidemócrata”, porque su discurso es que solo es democracia la que dicta la doctrina que ellos imponen, que moldean a su conveniencia y, en su opinión, no es lo suficientemente genuflexa como la de los anteriores mandatarios. Además, lo tacha de haber tomado el bando de los matones, torturadores, censores y represores que, según él no deben acudir a la Cumbre de las Américas, apuntando directamente a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Los opinólogos así, lejos de ser el referente que la Patria necesita, se descaran como el brazo armado de quienes están tirando el dinero al caño, para que la oposición, sostenida ya por alfileres, aguante aunque sea, hasta la siguiente elección. ¿Para qué? Para justificar su ilusa negación para reconocer que en México, y el mundo, ha sido, seguirá siendo y #EsUnHonorEstarConObrador por su humanismo, su responsabilidad y el ímpetu de trabajo de jornada doble, para que, por fin, México salga de la profunda desigualdad que se padece por esa oposición traicionera.
Twitter: @cevalloslaura