Mañaneras pedagógicas

 

Por José García Sánchez

Lo que surgió como una defensa contra las mentiras de los nostálgicos del poder ahora es una de las principales estrategias políticas de la Cuarta Transformación. La conferencia matutina que encabeza el Presidente de la República se convirtió en la principal trinchera para desmentir el cúmulo de inventos de los opositores que van desde la alucinación diciendo que vamos al comunismo, hasta los presagios más absurdos, como lo que anunciaba que íbamos hacia un régimen como el de Venezuela o que el peso llegaría a 50 por dólar, o que la hambruna invadiría el país.

 

NO MÁS BOLETINES

La Mañanera, como se le conoce comúnmente, evita un gran gasto en boletines, esos que algunos medios en el pasado ponderaban como la gran noticia por el simple hecho de que provenían de Los Pinos. En esos boletines se daba cuenta de los hospitales inconclusos pero se anunciaban completamente terminados, de la honradez de los funcionarios públicos, del culto a la personalidad omnipresente. Basta recordar que alguien que no sabía ni leer, como el que fuera secretario de Educación en el sexenio pasado, Aurelio Nuño, quien en 2017, siendo titular de la SEP gastó un 2,680 por ciento superior a lo aprobado. Gastó en un año mil 963 millones de pesos en comunicación social, de acuerdo con la Cuenta Pública de ese año.

Eso es lo que quieren los nostálgicos de la podredumbre para capitalizar la mentira, porque esa “inversión” la realizó Nuño, con la anuencia de Peña para posicionarse como candidato a la Presidencia de la República.

Para algunos es un adorno, para otros, propaganda lo cierto es que se convirtió en un escudo para las mentiras de los medios que quieren este tipo de canonjías para convertirse en cómplices de la ineptitud de los corruptos.

 

CUESTIONAN LA MAÑANERA

La Mañanera tiene su propia carga de poder y por ello los periodistas que están contra la 4T difunden sus ataques ahora los viernes para que la notica, la mayoría de las veces falsa, pueda recorrer sin obstáculos el fin de semana y tratar de hacer mella en la Cuarta Transformación.

Algunos cuestionan la mañanera y hasta quieren desaparecerla, sobre todo en tiempos electorales, donde acusan manipulación social y favorecer tendencias del voto; sin embargo, el principal problema para la oposición no es el tono de las mañaneras sino su propia existencia. Sin las mañaneras todas las mentiras fluirían con tal libertinaje que sería muy difícil aclarar una a una en un mundo de noticias motivadas más por el resentimiento que por la verdad.

Comunicar y dialogar con los medios, mostrar tolerancia para comprobar libertad de expresión son reglas nuevas del juego político en México a las que pocos se adaptan. Nadie podría imaginar que alguien como Pepe Cárdenas o cualquier otro emisario de la dádiva, le gritara a algunos de los anteriores presidentes del país sin ser despedido de su trabajo. Y como él, muchos otros que mienten como respiran y son altaneros y hasta agresivos esperando una reacción violenta, provocadores profesionales que se van quedando en el camino de un periodismo que ya no existe. El periodismo debe ser la vanguardia de los cambios y no su lastre y cuestionar sin cultura política los cambios en la comunicación convierte al oficio en un ancla que impide avanzar en la democracia.

Es precisamente en el ámbito de la comunicación donde surge la mañanera y crea nuevas formas de diálogo con la población y un estilo diferente de gobernar. Ya no son sólo los legisladores o los presidentes municipales quienes sirven de puente entre el poder y la población. Los periodistas tienen una nueva responsabilidad social que nunca han tenido y deben entenderla, aunque sus intereses extravíen su percepción de estas conferencias matutinas y por estulticia o falta de oficio político, las ven como un distractor tratando de enmendarle la plana al presidente diciendo ellos, y sólo ellos lo que debe hablar y en lo que debe ocuparse.

Las Mañaneras se convierten en una clase diaria de política contemporánea no sólo por su contenido sino por su existencia. El mundo cambia todos los días y con él México.

 

 

Twitter: @Josangasa3

 

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