COLUMNISTAS

La 4T y sus cuatro pilares, rescate de la soberanía 

 

Por Francisco Blanco Calderón

 

Primera Parte

México es un paraíso financiero con moneda en uno de los mercados emergentes más dinámicos de Latinoamérica, la creciente inversión extranjera en los últimos dos años, las cuatro obras estratégicas para dicho fin en impacto al turismo, desarrollo inmobiliario, transportación de bienes internacionales, producción de energéticos, en gasolina, gas, electricidad y litio, desarrollo aeroportuario.

El futuro inmediato de México se dará en la consolidación del modelo económico, político y social emanado de la Cuarta Transformación, y con ello repercutirá directamente en los procesos electorales que se avecinan en el 2023 y 2024: en los cambios en las gubernaturas estratégicas para el crecimiento nacional, la renovación inminente del congreso federal y los congresos locales y sobre todo la estabilización del Instituto Nacional Electoral que maneje, controle la garantía del proceso democrático nacional a partir del 4 de abril de este año.

 

LOS PILARES DE LA 4T

Alfredo Jaliffe, expresó ante Vicente Serrano en entrevista en Sin Censura,  denunciando que el INE, con la dupla Córdoba-Murayama,  se “arroga de ser juez y parte, alardear el poderío que le dio el PRI y el PAN desde su creación”.  El 3 de abril  de 2014  asume la presidencia Lorenzo Córdoba y que dejará este 3 de abril del 2023, con una compensación de más de 9 millones de pesos. Mas el seguro de gastos médicos en el 2025, Mas sus viajes a ”favor de la democracia” esa que ha pisoteado.

 

 

En dicha entrevista, Jaliffe, determina los cuatro pilares de la 4T: Primero que nada el Anti-Neoliberalismo, hablando de ideología pura dijo, la segunda es la Soberanía Energética, de ahí los ataques no solo de legisladores republicanos y gobernadores como el de Texas, que insisten en imponer la energía verde ante la inminente sobrevivencia del petróleo, del gas, la electricidad y sobre todo el litio, en las próximas décadas y  ello  enfoca  el tercer pilar,  el Nacionalismo Mexicano, que enfrenta hoy en día la demanda por la oposición mexicana, entrelazada con las fuerzas políticas estadounidenses al grado de proponer la intervención militar norteamericana por la fuerza, en contra  del crimen organizado, lavado de dinero, tráfico de armas y de estupefacientes sin  límite   con grandes sospechas de colusión del gobierno de Estados Unidos, desde Clinton, Obama y Hillary, en donde está de regreso el nacionalismo ante el poderío de las grandes trasnacionales, los partidos políticos, los medios de comunicación y representantes gubernamentales, que quieren imponer el control energético, como las incursiones de Antony Blinken, secretario de estado en contraparte, con visión pro AMLO de John Kerry. No hay que olvidar que rápido y furioso de instituyo con Bill Clinton y siguió con Obama y Hillary. O a  Wells Fargo que ataca al Banco de Bienestar, acusándolo que lava dinero del narco, cuando en realidad es el desplome de las remesas en esa banca gringa que data desde el oeste americano, o el pleito por imponer el maíz transgénico del T-Mec. El cuarto pilar se centra en el Humanismo Mexicano como forma de gobierno, como lo determinó, Andrés Manuel López Obrador  en el acto del 18 de Marzo en el zócalo capitalino: “Sigamos haciendo historia, continuemos impulsando la revolución de las conciencias. Hagamos realidad y gloria del humanismo mexicano”.

Esos cuatro pilares sostendrán  la transición política del 2024, con los tres aspirantes a la sucesión presidencial: Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum, en estricto orden alfabético. Que a su vez AMLO determinó que la sucesión no se dará a medias tintas y que el pueblo mexicano exigirá que el seleccionado por las bases, se  sostenga en la consolidación del modelo nacional de la Cuarta Transformación. Uno de ellos quedará.

Recordemos la colusión de la DEA y la CIA en el control y manejo del crimen organizado no solo mexicano sino sudamericano. Relacionado en México con los partidos políticos de los gobiernos neoliberales, principalmente Salinas, Fox, Calderón y Peña Nieto que han incidido directamente en el fortalecimiento de la producción, distribución y consumo de estupefacientes. Se les olvidó la consigna de López Mateos y Echeverría “por aquí pasan pero no se quedan”. El narco estado se consolidó en México en ese nefasto periodo neoliberal.

 

INDIGNA OPOSICIÓN

La oposición reciente, la que está contra el gobierno de López Obrador y la 4T, dirigida por un empresariado servir, socio y cómplice del saqueo y devastación nacional con las reformas estructurales que destruyeron a Pemex y CFE, entregando los energéticos y electricidad a los intereses trasnacionales. Los partidos PRI y PAN, que son lo mismo, ya que el PRD no cuenta por su sumisión vergonzosa por su aniquilamiento como fuerza política de otrora visión de izquierda digna y nacionalista. Esa oposición que insulta cínicamente lo que ellos provocaron, esa oposición que miente y manipula coludida con los medios de comunicación convencionales, esa oposición que pretende la recuperación de sus intereses perdidos y sobre todo de las prebendas que ello representaba, esa oposición hundida en la corrupción que pretende regresar a su pasado de aniquilar a la nación. Esa oposición sin plan ni programa, solo con el control mediático y el financiamiento por el capital empresarial devorador de los recursos nacionales, lavador y cómplice del tráfico de drogas, armas, órganos humanos y trata de blanca. Esa oposición que se aventura al 2024 sin liderazgos reales y se conforman con especímenes burlesques, del PRIAN, como la Lily Téllez, Santiago Creel, Alito Moreno, Ricardo Anaya, y sus candidatos ciudadanos como Claudio equis y coño hasta Gustavo de Hoyos.

El colmo de la estupidez opositora, tomaron como bandera al INE,  ese que dejó de ser arbitro confiable, o quizá nunca lo fue y se convirtió en bufón oficial de marchas, columnas políticas, sermones religiosos, pintas de bardas. Un INE que gracias a la dupla Córdoba-Murayama, será el más feroz enemigo de la democracia, esa que imploran la intervención de la OEA golpista de Almagro, o que piden el respaldo de la ultraderecha nacional y extranjera,  y suplican el ingreso de las fuerzas militares y de inteligencia en nuestro territorio, para contener lo que su modelo neoliberal propició desde el fraude de 1988. Una dirigencia del INE que se va, para fortuna de México y de la democracia,  que dejó de existir desde hace décadas. Una oposición que se alía al Tribunal Electoral y a la Suprema Corte de Justicia, junto a jueces, magistrados legisladores, para frenar e impedir la consolidación de la cuarta transformación.