COLUMNISTAS

Corrupción asesina

 

Por Jessica Woolrich

Las imágenes de la catástrofe ocurrida la semana pasada en Turquía han dado la vuelta al mundo, que consternado ha seguido día con día las historias que allá suceden. Por un lado, se lamentan por la muerte de más de 28,000 personas y con la devastación de poblados enteros, por el otro se regocijan cada que se da a conocer un rescate milagroso, que por fortuna hasta el momento siguen ocurriendo en contra de todo pronóstico, pero lo que es evidente, es que se está ante una tragedia que marcará un antes y un después en la vida de dicha nación. 

Debido a su situación geográfica, en el 2005 Turquía dijo iniciar un proyecto con el que buscaba prepararse mejor para este tipo de acontecimientos, y muchos pensaron que con los más de 2.3 billones de euros que se habían destinado para dicha encomienda, el resultado sería un éxito.

El proyecto incluía mejor red hospitalaria, mejores medios de comunicación y sobre todo mejores construcciones, y en papel, todo lucía tan prometedor, que muchos lo calificaron como uno de los proyectos más innovadores, sin embargo, desafortunadamente hoy se ve que la realidad es muy distinta a lo proyectado.

Ya que aun y cuando durante 18 años, el gobierno apoyado financieramente por los principales bancos asiáticos, además del Banco Mundial, dijo ir avanzando en los objetivos para volver a Turquía un país fuerte y preparado para la embestida de los terremotos, al mismo tiempo la corrupción se coló en el sector inmobiliario y a raíz de a eso las consecuencias son devastadoras.

Según diversos especialistas, incluida la Cámara de Arquitectos de Turquía, desde hace algún tiempo se había advertido que los constructores no estaban respetando los estándares gubernamentales de construcción, al tiempo que estaban utilizando materiales de muy baja calidad, pero como el dinero comenzó a fluir por debajo de la mesa, el gobierno, calló ante esto y siguió dando permisos de construcciones a diestra y siniestra, y hoy miles de vidas se han perdido a causa de esto.

Por lo que incluso hay quienes piensan que los bancos que destinaron dinero para éste proyecto podrían o deberían de levantar la voz y exigir al gobierno respuestas y castigos, pero  lo terrible es que es probable que todo quedará impune y que en un tiempo la corrupción vuelva a demostrar que es uno de los males más terribles de nuestra sociedad que quizás levante la voz durante un tiempo, quizás exija justicia, pero también quizás pronto olvide el pasado y vea hacia otro lado y con eso demuestre que como dijo Besa Myerson: “El cómplice del crimen de la corrupción es generalmente nuestra propia indiferencia”.