NACIONAL

Reunión con congresistas en Palacio Nacional, acuerdos en armonía entre México-EU

 

<< Ser vecinos implica obligado entendimiento, de otra manera, los pueblos de los dos lados de la frontera saldrían perdiendo >>

 

 

Por Ángel Álvaro Peña

En una vecindad, que comparte más de tres mil kilómetros de frontera no puede hablarse de guerra ni de paz. Eso quedó en el pasado, aunque haya algunos nostálgicos de la guerra fría para quienes si no hay paz es que hay guerra, y viceversa.

El simplismo no puede imperar para interpretar la relación con el vecino país del norte. Sólo quienes ven en blanco y negro la realidad podrían aventurar juicios carentes de sentido.

Compartir una frontera con cualquier país implica acuerdos, cooperación, convenios, tratados, en el marco del respeto. De otra manera, los países pierden, los pueblos sufren y los gobiernos se desgastan.

Por muchos años los gobiernos de México fueron sumisos a los designios de las Casa Blanca, fueron no sólo sus siervos sino sus esclavos, una sugerencia del departamento de Estado era una orden que debería cumplirse de inmediato. El temor que padece todo conservador ante los tiempos nuevos afectó a los gobernantes ignorantes de la historia y carentes de nacionalismo.

Como si se tratara de un día laboral, el domingo 19 de marzo, una comitiva de congresistas de ambos partidos de Estados Unidos se reunieron con el presidente Andrés Manuel López Obrador y algunos miembros del gabinete federal.

 

 

El grupo de legisladores del vecino país fue encabezada por el senador del Partido Republicano por Texas, John Cornyn, y que, de acuerdo con lo dicho, fue una reunión de respeto mutuo y en beneficio de ambas naciones. A juzgar por las fotos antes, durante y después de la reunión, todos estaban muy sonrientes.

Después de las controversias que se habían creado tras la iniciativa que presentaron algunos republicanos en la Cámara de Representantes donde se buscaba que las Fuerzas Armadas de EU combatieran a los grupos ligados al narcotráfico, incluso en territorio mexicano, las conversaciones se llevaron sin sobresaltos.

La migración, fue uno de los temas principales donde López Obrador, reconoció el trabajo que ha realizado Joe Biden, al otorgar permisos humanitarios a ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, pues indicó que son acciones que en el pasado no se llevaban a cabo.

Agregó que, a partir de enero, la inmigración irregular total de nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela disminuyó drásticamente: 92% del 5 de enero al 12 de marzo, pasando de 985 a 69 detenciones irregulares al día, explicó el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón.

 

LA OPOSICIÓN SERVIL

La oposición, acostumbrada a ver al gran jefe en la Casa Blanca siempre reclamó a la actual administración no sea tan irrespetuosos con ellos. Mariana Gómez del Campo, panista responsable de la impunidad por la muerte de 39 niños en la Guardería ABC, sobrina de Calderón, y Margarita Zavala, tomó la tribuna de la Cámara de Diputados para mostrar su indignación por ser irrespetuosos con los congresistas estadounidenses, asegurando que eso es un delito muy penado en Estados Unidos, como si México fuera parte de ese país.

La devoción de algunos panistas por Estados Unidos se muestra en un video que envía nada menos que el coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, donde quiere enseñarle a López Obrador, “cómo ser un buen presidente”, donde la primera lección es llevar una buena relación con Estados Unidos.

Santiago Creel fue secretario de Gobernación en el sexenio de Vicente Fox, precisamente al mismo tiempo que Genaro García Luna, era director de la Agencia Federal de Investigación. Se supone que el cargo que ostentaba Creel tiene que ver con la política interna de México, incluyendo la inseguridad, lo cual pareciera que pasó de lado ante la experiencia que quiere transmitir al Presidente.

Primero intentó hablar con el presidente para crear armonía, mientras sus correligionarias en el senado, insultaban al Presidente; luego, con su vocación de profesor de rancho, quiso enseñarle al Ejecutivo su experiencia en materia de Seguridad, lo que quiere decir que estaba implicado en las tareas policiacas de García Luna, de otra manera de qué experiencia podría hablar si no de la propia que vivió al lado del narcotraficante juzgado en una Corte de Estados Unidos.

El 3 de octubre del año pasado, Santiago Creel advirtió públicamente, que no cedería en su empeño de hablar directamente con el presidente para disminuir los niveles de inseguridad en el país, para lo cual sólo necesita una hora de su tiempo.

Aseguró que en su gestión como secretario de Gobernación fue posible la disminución de los delitos violentos en un 30%, en comparación con el sexenio de Ernesto Zedillo, y aseguró que fue la única administración en lograrlo durante el último medio siglo de la historia del país.

Quisiera explicarle al presidente en una hora, a grandes rasgos cuál fue la estrategia que hicimos y quiero aportar de mi experiencia, lo que yo estoy observando, si es necesario prórroga o no la estancia del Ejército en las calles”, manifestó Creel, lo cual lo implica, más aun, en su relación con Genaro García Luna.

 

En la lección número uno de su cátedra virtual, el sumiso profesor Creel indica que es deber del Presidente de México la no intervención contra los congresistas estadounidenses. Creel comentó que AMLO no debió responder a los congresistas que solicitaron la intervención estadounidense en México, pues señaló que “hasta para pelearse y mentarse la madre” en diplomacia hay que tener estilo y saber cuándo hacerlo.

Es decir, según la sapiencia del despistado de Creel hay momentos precisos para responder a las intenciones de intervención.

Así por el estilo son las recomendaciones de este sujeto que cualquier hubiera pensado es más inteligente, pero seguramente decepciona hasta a los propios panistas, que ya lo ven como un alucinado desesperado por ver perder todo en las próximas elecciones.

Mientras la fantasía de los opositores sigue planeando ver de qué manera puede tener reflectores enfrente, la reunión entre parte del gabinete de López Obrador y los congresistas llegó a muy buen término.

 

 

 

Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad Ciudadana, comentó: “Nosotros les dijimos que teníamos que ver la problemática de manera integral porque finalmente nosotros somos aliados, somos vecinos, somos socios y en algunas de las zonas también somos familia”, la funcionaria recalcó que “hubo total acuerdo sobre todos los planteamientos que se hicieron”.

Nadie se mentó la madre, ni se enojó con el de enfrente. Hubo acuerdos. Con Estados Unidos, ni guerra ni paz, simplemente convivencia.