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Problemas artificiales para Cuauhtémoc Blanco

 

Por José Ureña

Cuauhtémoc Blanco no vive tiempos felices. El gobernador de Morelos cuestionó ayer las presiones en contra de la titular de fiscalización (Esaf), América López.

Según él, es un embate de los partidos opositores PAN, NA y MC para impedir clarificar manejos financieros de administraciones municipales.

Dijo más, reportó Quadratín Morelos: “He señalado a cuatro personajes que fueron presidentes municipales (hoy diputados) y que no están bien sus cuentas… Yo no sé si estén o no estén, pero ella lo declaró”.

Entonces, concluyó su explicación el exfutbolista, “es una venganza política. Hay intereses muy fuertes ahí por quitar a América del Esaf”.

Simultáneamente, dice la información de la agencia, se impulsan acciones conjuntas de la Fiscalía Anticorrupción y del Congreso del Estado “para arrinconar a la funcionaria”.

Esto incluye cateo de oficinas, agilización de audiencias judiciales y movimiento de legisladores para sacarla de su posición contra la voluntad de Blanco.

Ese es un ángulo del conflicto.

 

RESPALDO FEDERAL

Pero hay más. La diputada Gloria Marín, del partido Morelos Progresa, fue ejecutada el 5 de octubre pasado en Cuernavaca por sicarios a bordo de una motocicleta frente a una Farmacia Guadalajara en la colonia El Empleado.

A continuación, varios compañeros suyos se movilizaron hasta Palacio Nacional en busca de ser escuchados por López Obrador en demanda de justicia.

La docena de diputados -faltaron siete- fue recibida por miembros del gabinete, los secretarios de Gobernación, Adán Augusto López, y de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez. El tabasqueño les preguntó la razón de su protesta.

-Exigimos justicia. Sí, les habría contestado el funcionario y amigo presidencial según la narración conocida, pero ustedes lo que pretenden es crearle problemas al gobernador Cuauhtémoc Blanco.

-El no dejará su cargo jamás. Si querían ser escuchados, agregó, deberían proceder a la destitución del fiscal del estado de Morelos, Uriel Carmona Gándara, acusado de nexos sospechosos, de encubrir el crimen de Ariadna Fernanda y a quien López Obrador llamó vulgar ambicioso.

No hubo acuerdo y, sin conclusión específica, el caso de la legisladora Marín Sánchez pareció quedar a cargo de la FGR de Alejandro Gertz Manero. No ha habido resultados. Como tampoco con el caso Ariadna Fernanda.

Resultado de aquel encuentro: los diputados locales regresaron a Cuernavaca para darle el respaldo al fiscal Uriel Carmona Gándara y las bancadas se unieron contra Cuauhtémoc Blanco.

 

ECHAO P’ALANTE

Como en la cancha, El Cuau está echao p’alante. La polarización, atizada desde la Ciudad de México, la paga el mandatario estatal con problemas presupuestales, rebelión legislativa y ahora con persecución a sus funcionarios. Pero él no se ha arredrado.

El 17 de noviembre acusó (René Vega/El Sol de Cuautla): “Los diputados locales son unos sinvergüenzas. Cuando llegan a una curul se suben a un ladrillito… a ver quién puede más”.

En especial retó a Agustín Alonso Gutiérrez, cabeza visible de los congresistas:

“No te tengo miedo, mi hermano. Has estado allá en Yautepec. Aquí estoy de frente. Siempre he sido una persona que he tenido los pantalones bien puestos y a mi no me espantas”.

 

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