COLUMNISTAS

Políticos tuxpeños, impunes o populares

-Punto de partida de la transformación comercial y polo de atracción turística

Por Ángel Álvaro Peña

La Huasteca veracruzana se convierte en puente para el comercio mundial, faro de Veracruz donde confluyen puertos, ríos, lagunas y talento humano que despuntan hacia el crecimiento.

La gobernadora Rocío Nahle anunció un futuro desarrollo que contempla la ampliación del puerto de Tuxpan y la instalación de un nuevo parque industrial en Tuxpan.

El impulso a Tuxpan fue uno de los puntos que la Presidenta Claudia Sheinbaum anunció en su campaña. Compromisos que se han visto fortalecidos con la posición patriótica de nuestra mandataria ante las presiones de Trump, quien ha rendido pleitesía, como con nadie más en el mundo, en tiempo de la guerra de aranceles.

Ante este panorama y la proximidad de la renovación de presidencias municipales se requiere que el trabajo de los políticos sea también reconocido por propios y extraños, y no siempre es así.

Precisamente en Tuxpan, donde el despunte de la transformación tiene varias plataformas, la intención de un regreso al pasado está presente, principalmente en la figura del candidato del PAN a la presidencia municipal, Juan Ramón Ganem, priísta hasta el aburrimiento, ahora, ante el rechazo de su propio partido, se fue al PAN.

La historia de Ganem en Tuxpan, es turbia, llena de actos de corrupción, tanto que estuvo preso por abuso de autoridad e inconsistencias detectadas durante su administración. Tanto que debió pagar 8 millones de pesos para salir de la cárcel y pedir ayuda a Fidel Herrera y otros priístas.

Uno de sus principales colaboradores durante su gestión como presidente municipal fue el actual candidato electo, Daniel Cortina, quien seguramente aprendió que con hacer todo lo contrario a lo que hizo Ganem durante su gestión, garantiza el éxito.

Tuxpan fue gobernado por un presidente municipal que a pesar de que estuvo al frente menos tiempo del anunciado, transformó el municipio.

En dos años de gestión José Manuel Pozos Castro hizo lo que la mayoría de sus antecesores no lograron hacer en tres. Además de las transformaciones dentro de Tuxpan, fue más allá y encabezó la seguridad de los municipios del norte de Veracruz, lo cual lo convirtió en líder de la zona norte como dirigente y estratega que dio seguridad a la población.

Durante su paso por el Congreso de Veracruz, encabezó a la bancada y se destacó por su vocación política y liderazgo.

Además, fue coordinador General C4, Unidad Administrativa de Seguridad Pública; fue presidente de la Conferencia Nacional de Seguridad Pública Municipal, por desgracia a su sucesor interino, le quedó muy grande la silla, y no ha podido controlar la inconformidad social por su política de indiferencia a las exigencias de la población.

Entre las conductas humanas más reprobables e imperdonables se encuentra la traición, y no es otra la palabra que puede adjudicarle al interino de Tuxpan, quien no es político y carece de interés en la administración pública, porque ha descuidado las obras iniciadas por su antecesor, y despidió a parte del personal que su antecesor había contratado, a quien le debe el empleo, lo cual se muestra como un desagradecido.

Este aprendiz de burócrata que vivía en el anonimato traicionó la confianza de Pozos Castro quien creyó en su capacidad. La encomienda fue delegada al inexperto médico cuando la gobernadora Rocío Nahle, lo llamó a formar parte de su gabinete, mostrando una gran confianza en quien trasformara Tuxpan, un compañero de partido fiel que supo acompañar la defensa de la actual mandataria cuando se desató la guerra sucia en su contra en la campaña.

La presencia de Pozos Castro en actos públicos de Tuxpan sigue siendo indispensable, como sucedió en días pasados en la inauguración de una terminal de autobuses foráneos, con tecnología de punta, que elevará la cantidad de visitantes al puerto y dará una dinámica más ágil al traslado de los tuxpeños. El reconocimiento a Pozos Castro en Tuxpan fue cálido y generalizado; a este acto no asistió el alcalde interino, no sabemos si por no darle la cara a Pozos Castro o porque estaría opacado ante su presencia.

La falta de tacto político y el exceso de inexperiencia y soberbia de este alcalde novato, mostró el tipo de ser humano que es.

La competencia lectoral que se llevará a cabo en Veracruz dentro de un mes muestra rostros impresentables como Alberto Silva, quien ahora compite por el Partido Verde por la presidencia municipal, luego de haber sido alcalde tres años, durante los cuales se dedicó a la rapiña.

Se trata de otro ejemplo de traición, ya que, en su primera gestión como presidente municipal, estuvo a un paso de pisar la cárcel por problemas de corrupción entre los cuales está la compra de luminarias que nunca existieron más que en su imaginación. Beto Silva, apodado en un principio El Cisne y posteriormente El Príncipe por la proximidad con Maquiavelo, por su habilidad en el escapismo político y las trampas para estar siempre presente en la política del estado, traicionó a Duarte, a Fidel Herrera, ambos en desgracia, pero en cambio, él permanece compitiendo por un cargo que considera suyo: la presidencia municipal de Tuxpan.

Silva Ramos, aprovechó su experiencia en la estadía en el área de Comunicación social para convertirse en un enemigo de la libertad de expresión, y fue cómplice de actos contra periodistas llegando al extremo de quemar edificios de los diarios en la entidad, como es el caso de la desaparición del diario La Razón, de Poza Rica.

Son tiempos electorales, de sumar, de unir fuerzas ante un grupo de conservadores que se valen de todas las artimañas para dividir y tratar de ganar espacios en su favor.

Tuxpan es un lugar de grandes hombres como don Jesús Reyes Heroles y Enrique Rodríguez Cano, quienes transformaron el municipio por el amor que sentían por su tierra. Son verdadero ejemplo a seguir.