COLUMNISTAS

Mantener la democracia a través de la dictadura

Por Herlindo Robles

Con asistencia de personajes sombríos, por su participación antidemocrática, como el titular del IFE durante el fraude de 2006,  Luis Carlos Ugalde, que en su momento declaró: “El IFE actualmente Instituto Nacional Electoral, es el mismo que contó los votos en 2006 y que le dio el triunfo a López Obrador en estas elecciones”, así se placea con aires de “prócer demócrata”, acompañando el pasado 5 de agosto en la Cámara de Diputados a José Woldenberg, y representantes de la Alianza opositora del PRI, PAN y PRD.

Todos en conjunto y al unísono, despotricaron en contra de la Reforma Electoral planteada por el presidente de la República. Desmemoriados todos dejan de tomar en cuenta la magnitud de los motivos por los que fue desaparecido el IFE, aunque solo en denominación pues continuó con la misma estructura y semejante normatividad, fortaleciendo su poderío y desplazando el radio de acción de los institutos electorales de los Estados hoy OPLES.

Recordemos que, en tiempos pasados, se unificó en todos los sectores de la sociedad mexicana, el sentimiento y opinión respecto de que el IFE estaba “secuestrado” por los partidos políticos y al parecer hoy siguen controlando al INE, por lo cual este instituto no es vehículo de representación ciudadana, mucho menos lo es si se toma en cuenta que maneja la democracia a través de negociaciones políticas, el INE se ha convertido en el mayor ente de censura del país.

Puede callar a los ciudadanos, candidatos, funcionarios y hasta al presidente y silenciar a los medios de comunicación. Su marasmo legislativo es impresionante; no ha presentado ni una sola iniciativa tendente a modernizar el sistema de votación presencial con boletas y papel, como digna institución de la época porfirista, pues no incentiva la participación ciudadana, apostando al abstencionismo, como instrumento de manipulación política.

 

Se debe terminar con esa institución que solo fue “empanizada” de democracia, con la reforma de 2007. Es necesaria la creación de un organismo regido por una normatividad sencilla y promovente de la participación ciudadana, sujeto reglas equitativas y con un perfil estrictamente ciudadano, independiente y libre de las actuales franquicias que son algunos los Partidos políticos, mismos que son acariciados por el INE, que no promueve la vida democrática al interior de ellos, pues la simulación democrática que venden al pueblo, les es de mayor provecho.

Así el contexto de la farsa parlamentaria de quienes se aferran a mantener al pueblo bajo la dictadura del instituto de la “democracia”, la simulación debe terminar y no es posible que la ola de libertad que llega al continente sea contenida por el endeble bastión de las “franquicias” en que se han convertido los Partidos en México.

 

Twitter: @zorvha

 

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