COLUMNISTAS

Las fuerzas armadas, única garantía de la seguridad nacional 

 

Por José Lima Cobos

Como en su momento  lo expresó el  padre de la “corrupción e impunidad nacional”, Carlos Salinas de Gortari  cuando descorcha  a Donaldo Colosio como candidato del hegemónico Partido Revolucionario Institucional de “no se hagan bolas”, ahora podamos aplicarlo de manera clara cuando se habla de la militarización del país, pues la única fuerza con que cuenta el pueblo es el ejército nacional, la marina y la guardia nacional, fuera de ellas, solo permea las complicidades de los gobernadores y presidente  municipales, vinculados a la delincuencia organizada – Artículo 20 constitucional-  y de “cuello blanco” que no se cansan de saquear al país.

Si el temor de los mismos- reaccionarios todos-, que ayer ordenaron “matar en caliente”, apoyados en el Ejército – a quienes defendían y  luchaban por los derechos humanos, la democracia y el bienestar social -, ahora  es que un militar llegue al gobierno de manera democrática , no es porque  les afectaría sus intereses corruptos, sino porque pudiera darse el caso de que , sea tan radical en atender a  los problemas sociales, que piense solo en los pobres, y que haga que la riqueza acumulada en una minoría rapaz , se distribuya equitativamente,  y no en la forma tan lenta como se ha venido actuando con López Obrador, pues como puede verse, su actuar ha sido “pian pianito” para no alebrestar a los capitales, es decir , con responsabilidad, porque el andamiaje jurídico se ha estructurado de tal forma, que no se pueda actuar de otra forma, a riesgo de crear inestabilidad.

 

 

MÁS BIENESTAR SOCIAL

No se ha emprendido  ninguna  acción radical, cuando no sea impedir que se acamparen los recursos públicos en unos cuantos y que no se les condonen los impuestos, por lo  mismo , no existe peligro de endeudamiento externo e interno, pero eso no resuelve el problema  de fondo y, si la miseria permea aún,- al menos se ha procurado que  no sea tan espantosa-, porque ahora se garantizará la salud pública, la pensión de adultos mayores y otros beneficios, de manera de que la crisis no estalle como, si otras fueran las condiciones, estaríamos sepultados, sin el mínimo bienestar social.

Ahora bien, ante la corrupción arraigada del pasado- y también acentuada en la actualidad-se ha visto menguada, no menos ciertos es  que su desarraigo no es fácil retirarla, si se parte que ministros jueces, magistrados , diputados, senadores , presidentes municipales, gobernadores, organismos autónomos, todos amafiados,  no aceptan sujetarse a una ley que reglamente una percepción acorde a las necesidades del país, menos van a atacar la corrupción e impunidad que de se suyo participan, pues si no existen los grandes negocios de particulares  y el tráfico de influencias y los factureros han visto reducida sus ganancias, es mucho el capital que acumularon y que ahora aplican para denostar a quien, desde el gobierno, solo resiste esas embestidas y que realiza su tarea en las condiciones que le es posible.

 

LA RESISTENCIA

La resistencia para aprobar la constitucionalidad del Ejército en las calles, solo demuestra que se quiere vivir en la ilegalidad, para así poder saquear y atracar al país de la mejor manera, pues si quien tiene las armas no está legitimado para actuar en la seguridad pública, menos lo está para  combatir el crimen ,la delincuencia organizada ,la corrupción pública, englobado en el Artículo 20 constitucional , o bien,  ejercicio abusivo de funciones, enriquecimiento ilícito, desaparición forzada, delitos en materia de hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos, desaparición cometida por particulares, trafico de personas, narcotráfico y muchos más que son graves, pero que fortalecen los capitales quede ahí provienen.

Luego entonces, se entiende y se entiende bien, que resistirse- por parte de gobernadores y dirigentes de partidos y empresarios rapaces- a que el ejercito participe de esas funciones ,y  que solo sean  encomendadas a civiles , de antemano , se percibe y se puede probar que  el  hundimiento de la voracidad, llevará al país al precipicio, pues sin las fuerzas armadas en las calles, el campo queda despejado para que se haga lo mismo del pasado reciente, la impunidad del poderoso y la miseria para las mayorías, el encarcelamiento selectivo y la protección a grandes delincuentes, seguirá operando.

El contubernio de todo el sistema político al cambio con transformación, queda a la vista con el impedimento a los grandes negocios de corrupción; la oposición a la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el aeropuerto Felipe Angeles, la Reforma Eléctrica – con los traidores a la patria a la vista-el rescate de los medicamentos para el Seguro Social y el Issste ,etcétera, habla mucho de todo lo que esconde el fondo y que es insondable y abrumador.

 

 

 

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