COLUMNISTAS

La inefable riqueza de los corruptos

Por Laura Cevallos

La gobernadora de Campeche, Layda Sansores ha ido dosificando de martes en martes, las grabaciones que le fueron entregadas por medio de una USB, de manos de quienes señala como “colaboradores” que trabajaban para él en tiempos en que fue goberladrón de la misma entidad.

Esta memoria electrónica contiene cientos de fotografías y audios que relatan con detalle la ignominiosa forma en que el aún dirigente del PRI nacional, se comportaba de manera cotidiana: ordenando la realización de hechos de corrupción, de tráfico de influencias, de extorsión y cohecho; órdenes para que se lavara dinero y se depositara en paraísos fiscales como Panamá, pagos a sus aliados en la construcción de “campañas exitosas”; con asociación delictuosa, uso de prestanombres, peculado, sustracción de recursos del Estado y la orden de modificar el valor catastral de terrenos federales para poder adquirirlos con erario público y donarlos a su mamita. Todos éstos y seguramente, otra larga lista de delitos que constituyen la materia del resquebrajamiento de este Frankenstein que la oposición decidió parir, para derrotar a Morena.

Dice Layda Sansores que está siendo discreta, porque lo que nos está dejando escuchar en #ElMartesDelJaguar, es lo menos dañoso para la imagen de Alejandro Moreno, pues lo que realmente se consignó ante la Fiscalía General de la República, son delitos de grandes ligas. Entonces, ¿Qué podemos esperar para las siguientes semanas?

La primera reacción de Alejandro Moreno Cárdenas, a la primera revelación, fue negarla. Dijo que se trataba de una campaña sucia, de un golpeteo y la persecución política que el partido en el poder necesitaba para poder levantar campañas; pero que no era él, o sí, pero las grabaciones estaban editadas para dañar su imagen.

 

 

Las siguientes han tenido más o menos la misma reacción, pero cada vez más increíble -por ridícula-, la explicación. Es como esa vez que un tipo llegó a una boda sin conocer a nadie y dijo: pero qué fea está esa señora gorda, la de rojo; y el de al lado le respondió “es mi mamá”; y para arreglarlo dice, no, la de rojo no, sino la que está atrás de ella, y el mismo tipo dice “es mi abuelita”, pero para tratar de salir librado de semejantes errores dice, no, más bien la de azul, la que está sentada, y acaba por escuchar “es mi esposa”… ¿así o más desatinado?

A final de cuentas, no se trata ya de que Alito diga que no es su voz, o que está editado, o descontextualizado. Es más, ni siquiera es un asunto de pudor, donde los menos sorprendidos ya no se incomoden por las bajezas y vulgaridades que profiere; no, es la confirmación de que Moreno es el botón de muestra sobre el comportamiento de todos los que han hecho fortunas inexplicables por su “labor política”, ya que el puesto de poder les provee de los conectes necesarios para extorsionar, robar, desviar dinero público, que les permita “comprar” casas, autos de lujo, cabezas de ganado o caballos pura sangre; ranchos, islas, aviones… e inexplicablemente puedan multiplicar su exiguo salario para que les alcance para sus necesidades en unos cuantos meses de gestión, sin que se tengan que sacrificar o privar de lujos, ropa de marca, viajes en aviones privados; vacaciones millonarias; zapatos, relojes, joyas, restiraditas de rostro y otras nimiedades.

Una de las consecuencias que, al parecer se acerca al priísta, es dejar de ser el mandamás del partido, y además, arrastrarlo verdaderamente, al basurero de la historia junto con toda la plataforma impura que se ha agremiado al amparo del financiamiento e imaginación limitada del señor equis. Sin embargo, se han visto lentos e, inexplicablemente, lo han apuntalado, en una operación cicatriz que permita demostrar que ellos, todos, panistas, priístas, perredistas, están unidos compartiendo un mismo corazón y lo que le digan a uno, ofende a todos.

Es increíble como todos padecen el Síndrome de Dunning-Kruger y suponen que todos los ciudadanos somos más idiotas de lo que ellos son. Se imaginan a sí mismos como héroes, próceres, caudillos o algo así de necesario para la sociedad. Hoy gritan que ellos, los prianistas, son necesarios como el oxígeno, para reconstruir un país que ellos mismos se encargaron de hacer trizas. Exigen un lugar en la historia nueva que estamos escribiendo, pero ¿cómo invitarlos a los gobiernos si esto es lo que se dedican a hacer nomás llegan?

La pluralidad, la idea democrática de un equilibrio entre fuerzas de distintos colores, es no solo necesaria, sino urgente, porque la uniformidad de pensamiento es indeseable, antinatural y muy peligrosa. Nadie necesita que volvamos al autoritarismo de un partido único que permee todo, pero sinceramente, así como van las cosas, parece que tendrán que demoler hasta la última piedra de lo que construyó el PRI y el PAN en “sus mejores años”, para ver si encuentran algo en sus declaraciones de principios que permitan renovar a sus militancias, pero sobre todo, a sus dirigencias.

Si el requisito para ser parte de las élites de los partidos más vetustos de México, es ser ladrón, corrupto, usurpador, o el títere que manejan manos de larguísimos dedos de monstruos que viven en las oscuridades del poder, claro que lo colman, y con creces, los dirigentes y personajes más visibles del prianismo.

Con el ánimo de ser abiertos, ¿en serio, los que son antimorena, creen que esas bazofias son las que deben gobernar México?

 

 

Twitter: @cevalloslaura