QUINTANA ROO

Morena 4 de 6

 

<< Donde perdió el partido en el poder fueron los estados donde hubo más anomalías; el INE sólo informó sobre una caída del sistema >>

 

Por Ángel Álvaro Peña

El árbitro, ampáyer o réferi, cualquiera que sea el caso, brilló por su ausencia. Desde la víspera de las elecciones se negó a rendir cuentas sobre las denuncias que la oposición realizaba. Las denuncias, en su gran mayoría provinieron de Morena contra PRI, PAN y PRD. Pero los consejeros se negaron a trabajar.

Por lo regular cuando existe un fraude electoral los responsables de esta anomalía son los gobiernos del estado, donde se concentra la intención de perpetuar el poder. Es decir, que en Aguascalientes (PAN), (Durango(PAN), Hidalgo, (PRI), Oaxaca (PRI), Quintana Roo (PRI y PRD), Tamaulipas (PAN), los intentos de estos partidos fueron los que protagonizaron la intención de fraude, algunos con mayor intensidad que otros, pero en todos hubo alteraciones al orden, desde el asesinato con 11 disparos, contra Carlos Eduardo López Martínez, operador político del candidato de la coalición Morena-PT-PVEM, Salomón Jara, en Juchitán, Oaxaca, hasta la quema de una camioneta propiedad de una simpatizante de Morena, en Tamaulipas.

Para que no hubiera el reclamo de que el INE recibía quejas y no las resolvía, decidió cerrar su canal de información más dinámico que es el Twitter, medio a través del cual se expresan todos los consejeros y que les sirve para fortalecer su protagonismo. Así que fingieron una caída del sistema y así, queja que ellos desconocían era como si no existiera.

Resulta muy difícil, pero no imposible que un partido que en la entidad no posee el poder pueda realizar un fraude electoral. En este caso Morena no tenía una sola de las entidades en disputa. Muchas anomalías, casi todas denunciadas y pocas impugnaciones avaladas por la autoridad electoral, en esto podría resumirse la actuación de las autoridades responsables de llevar a buen puerto las elecciones de este 5 de junio.

 

EL SATISFECHO

El PAN se dice satisfecho porque pensó que sólo ganaría Aguascalientes, pero también se llevó, en alianza con el PRI y el PRD, la gubernatura de Durango.

El discurso optimista de Morena se vio frustrado porque consideraba ganar seis de seis, y sólo se llevó cuatro. Desde luego que no deja de ser una victoria, sobre todo, tomando en cuenta que suman 20 estados, más San Luis Potosí, que gobierna el Partido Verde, que es su aliado, aunque haya ganado las elecciones sin coalición ni alianza electoral.

 

 

LOS RESULTADOS

En realidad, nadie quedó satisfecho de estas elecciones, ni siquiera puede pensarse que el INE hizo su tarea, simplemente cambió el mapa electoral del país, sin sorpresas y con mucha frustración. Aquí los resultados hasta la medianoche del día de las elecciones:

En Aguascalientes, con el 88.8 por ciento de las casillas contabilizadas, y una participación electoral de 45.70 por ciento del padrón electoral la candidata del PRI, Pan y PRD, Tere Jiménez, cuenta con 226, 252 votos, mientras que su contrincante, Nora Ruvalcaba, de Morena, cuenta con 142,176, más los de Martha Márquez, del PT-PVEM, quien declinó a favor de Morena, aporta 6,545 votos, con un total de 148,721 votos.

Durango presenta un escenario similar, ya que con el 34.87 por ciento de las casillas contabilizadas, y una participación del 49.57 por ciento, del padrón, Esteban Villegas, del PRI, PAN y PRD, cuenta con 129,590 votos, mientras que Marina Vitela, de la coalición Morena, PVEM, PT y Redes sociales Progresistas, tiene 91,016.

En Hidalgo, Julio Menchaca, lleva la dentera con 66.32 por ciento de las actas contabilizadas, y una participación del 46.14, el candidato de morena cuenta con 442,179 votos, mientras que Carolina Viggiano, del PAN, PRI, PRD, tiene 219,351.

Oaxaca, no es ninguna sorpresa, ya que con 74.17 de las actas contabilizadas, y un porcentaje de participación del 37.96, Salomón Jara Cruz, de Morena lleva la delantera con 522,082 votos, y la coalición PRI. PRD, encabezada por Alejandro Avilés, tiene 214,771.

En Quintana Roo, con un 31.64 por ciento de las casillas contabilizadas, y una participación del 39.8 por ciento, Mara Lezama, de la coalición Morena, PVEM, PT y el partido que revivió Fuerza por México, cuanta con 93,810 votos, contra Laura Fernández del PAN-PRD, con 29,388 votos a su favor.

En el caso de Tamaulipas con el54.98 de las casillas contabilizadas, y una participación del 51.26 por ciento, la ventaja es para el Dr. Américo Villarreal, de Morena, PT, PVEM, con 399,785 votos, contra 338,625 de la alianza PRI, PAN, PRD, que encabeza César Verástegui.

Como puede observarse en las seis entidades el triunfo fue para el abstencionismo donde en promedio sólo votó la mitad de los empadronados, condición que habrá que estudiar a fondo para 2024. Este es el punto más débil d estas elecciones y el motivo principal por el cual nadie puede decir que ganó. Todos perdieron, incluyendo el INE.

Esos resultados sirven, de mucho, para la unidad de la alianza opositora y favorecen la división de Morena. Se trata de un proceso que debe transformarse rápido para hacer un buen papel no sólo el próximo año que se renueva en Coahuila y el Estadio de México gubernaturas sino para 2024, donde todos los concursantes deben estar debidamente fortalecidos. Es decir, las elecciones de este 5 de junio mostraron partidos políticos débiles y vulnerables.

Desde luego hay ganadores, porque los números no pueden negarse, pero de eso a que muestren músculo, y fortaleza política, está muy lejos.