COLUMNISTAS

AICM, el aeródromo rumbo a la Cuarta Destrucción

 

Por Jorge Evia Ramírez

Las autoridades del Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México, quedaron completamente desnudas y fueron exhibidas ante la opinión pública por una serie de omisiones y complicidades al permitir el cierre de las Terminales 1 y 2 por parte de algunas agrupaciones de taxistas que prestan el servicio de transportación terrestre el pasado 24 de mayo; ocasionando pérdidas millonarias a las aerolíneas aéreas, una serie de afectaciones a miles de usuarios, alterando el traslado de un órgano para salvar una vida mediante un transplante y la afectación individual en sus vidas y actividades de pasajeros que no llegaron a sus destinos nacionales e internacionales.

La ineptitud e ineficacia de los servidores públicos aeroportuarios, tienen nombre y apellidos aunque no tengan madre: Carlos Alfonso Morán Moguel y Oscar Ernie Orozco Perea, Director General del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Mexico y Encargado de Despacho de la Subdirección de Terminal y de Supervisión de Transportación Terrestre respectivamente.

 

 

Ambos funcionarios incumplieron con el mandato constitucional de observar en el desempeño de sus empleos, cargos o comisiones los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia. Su actuación pública merece ser evaluada desde Palacio Nacional, ante el desconocimiento y falta de aplicación de las Leyes y Normas.

Lo anterior es así, toda vez que Carlos Alfonso Morán Moguel y Oscar Ernie Orozco Perea ignoran que existen causales a las que de les otorga el carácter de graves y por las cuales debe de rescindirse la relación contractual entre el AICM y las agrupaciones de taxistas, entre las cuales destacan por la gravedad de las mismas las siguientes:

1.- Cuando los Permisionarios y/o Operadores realicen por convocatoria del Comité Directivo de la Agrupación actos que impliquen ataques a las vías generales de comunicación.

2.- Cuando por convocatoria del Comité Directivo de la agrupación, los Permisionarios y/o Operadores interrumpan total o parcialmente la prestación del Servicio sin causa justificada.

Resulta que diversas agrupaciones de taxistas que prestan el servicio de transportación terrestre, convocaron al cierre del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Mexico en medios de comunicación y redes sociales días previos al 24 de mayo y lo hicieron por conducto de sus dirigentes.

La situación se agravo aún más, cuando por primera vez en la vida del Aeropuerto los Comités Directivos de algunas agrupaciones ordenaron el cierre de los puntos de venta de boletos para la prestación del servicio de transportación terrestre dejando sin servicio de taxis a miles de usuarios.

Si para la ignorancia de Carlos Alfonso Morán Moguel y su fiel escudero Oscar Ernie Orozco Perea no son suficientes las causas graves en las cuales incurrieron diversas agrupaciones de taxistas, habrá que recordarles a esos seudo servidores públicos que derivado de la relación contractual con los Sitios de Taxis, que cuando la Agrupación incumpla con su obligación de pagar oportunamente dos o más Contraprestaciones mensuales conforme a lo establecido en el Convio respectivo, también es una causal con el carácter de grave y al día de hoy, las agrupaciones de taxistas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Mexico le deben a las autoridades aeroportuarias el Pago de la Contraprestación de Acceso a la Zona Federal.

 

 

Causales para sancionar el ataque a las vías generales de comunicación las hay y de sobra, capacidad y mano firme del Director General y de su Encargado de Despacho quién sabe. A lo mejor tanto Carlos Alfonso Morán Moguel y Oscar Ernie Orozco Perea desconocen que en el cierre del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Mexico, sólo participaron los Sitios de Nueva Imagen con 88 unidades vehiculares; Yellow Cab con 5 vehículos; Porto con 16 camionetas y el Sitio 300 con seis taxis de un Universo de 2000 concesiones.

Los 128 permisionarios que participaron en el cierre de las Terminales Aéreas 1 y 2, también tienen nombre y apellidos. Sólo es cuestión que el Director General del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Mexico le pida a su Encargado de Despacho de la Subdirección de Terminal y de Supervisión de Transportación Terrestre le proporcione los nombres para iniciar los procedimientos respectivos para rescindirles sus permisos y por ende, la cancelación de sus concesiones.

Que alguien le diga a Lopez Obrador que ni Morán Moguel ni tampoco Orozco Perea cumplen con el requisito de 90% lealtad y 10% conocimiento. Que ambos personajes están convirtiendo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en un aeródromo de Cuarta Destrucción. Si dichos funcionarios permitieron el cierre del Aeropuerto por desconocimiento, que renuncien. Si lo permitieron por complicidad, que sean destituidos y sancionados.

Que alguien le comente a Andrés Manuel, que dichos funcionarios formaron parte del Gobierno de Enrique Peña Nieto. Su falta de capacidad se las vendieron como virtud y sus omisiones las compraron como talento.

 

Twitter: @EVIARAM

 

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