NACIONAL

A un año y medio: Rogelio Franco sigue preso por motivos políticos

<< Sin cargos ni averiguaciones pendientes el diputado federal sigue sin fuero y sin libertad >>

 

Por Ángel Álvaro Peña

En una semana Rogelio Franco Castán, ex dirigente estatal del PRD en Veracruz, diputado federal en funciones y ex secretario del Gobierno de Veracruz, cumplirá año y medio en prisión sin proceso, juicio ni sentencia. Los delitos que se le imputan dejaron de existir en el Código Penal de Veracruz o simplemente fueron desechados. Por si fuera poco, puede añadirse violencia a la hora de la detención y tortura, motivos por los cuales debió alcanzar la libertad de inmediato; sin embargo, sigue preso desde el sábado 13 de marzo del año pasado acusado de ultraje a la autoridad.

Delito cuya derogación llegó al Congreso estatal el 1 de febrero del presente año. Durante la sesión ordinaria virtual de los diputados veracruzanos dieron entrada a la iniciativa enviada por el gobernador Cuitláhuac García, para derogar el artículo 331 del Código Penal para el estado de Veracruz, tal y como lo señala la recomendación 146/2021 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

La recomendación deriva de una queja presentada por seis jóvenes que fueron detenidos en septiembre de 2021 y acusados falsamente por el delito de ultrajes a la autoridad. Por este hecho les fue dictada prisión preventiva oficiosa y mediante un amparo recuperaron su libertad el pasado 16 de diciembre.

La discusión por este delito penalizado entre seis meses y dos años de cárcel provocó una confrontación con un grupo de senadores encabezados por el presidente de la Jucopo, Ricardo Monreal, de Morena, y el senador Dante Delgado de Movimiento Ciudadano.

A partir de la entrada en vigor de este delito, en marzo de 2021, la Fiscalía estatal reportó que mil 33 personas. La estadía de Franco Castán en el Cereso de La Toma, en Amatlán, Veracruz, se convierte no sólo en una de las más grandes injusticias del actual régimen sino en un caso federal y hasta internacional que prueba que en este momento a pesar de las aperturas que se expresan en el discurso, en los hechos sigue habiendo injusticia.

Las presiones y protestas para liberar a Franco Castán han sido muchas sobre todo las protestas de familiares y amigos frente a palacio de gobierno de la entidad, de Palacio Nacional. Ha habido movilizaciones en todo el país, se han enviado cartas a las más altas autoridades y la insensibilidad de los tres niveles de gobierno, de los jueces e incluso de la bancada perredista lo mantienen en prisión, sin juicio.

El 29 de agosto, en la toma de protesta de los diputados federales, en el Congreso de la Unión, sorprendió que, por acuerdo de las bancadas, se leyera un documento en favor del preso político, según el PRD, Rogelio Franco Castán, que está detenido por un problema familiar, pero el gobierno le endilgó allí extra el de ‘ultraje a la autoridad’, y le dieron varios meses de cárcel.

 

 

Posteriormente, cuando un juez permitió que el juicio siguiera en libertad, le endilgaron otro cargo. El presidente de la Mesa de Decanos, Augusto Gómez Villanueva, le dio posesión de su cargo, mientras que el diputado Leonel Godoy, leyó un documento donde protestaba por ese encarcelamiento

El retraso en la justicia sólo puede interpretarse como la influencia quien todavía tiene el PRD en la entidad y que pareciera estar sobre ñas leyes, las autoridades y los jueces, porque en este momento, en ese partido existe una incondicionalidad vergonzosa con los dirigentes del partido, que seguramente no compartiría Franco Castán.

Es por esta razón que continúa preso injustamente, desde el inicio de su reclusión fue nombrado por el partido y no por Rogelio o su familia, un defensor que era su suplente en la Cámara de Diputados Jesús Velázquez, quien en lugar de llevar a cabo su defensa se dedicó a fortalecer su imagen política y, a pesar de que Franco Castán tomó protesta desde la cárcel, de manera virtual, es inexplicable que no tenga fuero, y no lo tiene porque su compañero y amigo, se lo robó.

Hace días, el exdirigente perredista Manuel Bernal Rivera, demandó al gobierno del estado de Veracruz, liberar al exsecretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán, para acatar fallos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Aseguró que a casi un año y medio de que se detuvo, no hay razón para tenerlo detenido porque ya la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inválido ese encarcelamiento.

Resaltó que la justicia federal rechazó los delitos de violencia familiar y de ultrajes a la autoridad y contra las instituciones de seguridad pública. Señaló: «Dichos delitos han sido declarados inconstitucionales por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Estamos en espera de que se resuelva la situación y dichos delitos sean dejados sin efecto porque Rogelio Franco ya recibió la protección de la justicia federal».

En esa misma circunstancia se encontraba el secretario técnico del senado. José Manuel del Río Virgen, detenido el 22 de diciembre del año pasado, por sospechas de ser el autor intelectual del asesinato del candidato a la alcaldía de Cazones de Herrera, René Tovar.

 

 

A salir de prisión Del Río Virgen, por las presiones del senador Monreal Ávila, prometió luchar por la libertad de todos los reos encarcelados por el delito de ultrajes a la autoridad, pero en realidad no sólo les dio la espalda, sino que no quiso saber nada de ellos.

Hay algo extraño en este encarcelamiento a todas luces injusto, porque legalmente debió alcanzar la libertad desde hace más de un año, pero se aplazan las audiencias, se consiguen pretextos para juzgarlo, se encuentran vacíos legales para mantenerlo preso. Esto no habla de otra cosa de que el capricho de autoridades interesadas en que Franco Castán permanezca en la cárcel por estorbar a intereses oscuros su manera de conducir sus ideas y la verticalidad que le caracteriza.

El caso de Franco Castán traspasa las fronteras de México y mancha la reputación del gobierno federal y señala el autoritarismo del gobierno estatal.