ECONOMÍA

Ya arrancó el Fondo de Pensiones para el Bienestar… ¿Y ahora qué?

En esta fase inicial, el Fondo tendrá a 280 beneficiarios: 239 trabajadores que cotizan el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y 31 que cotizan en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

Esta semana arrancó operaciones el Fondo de Pensiones para el Bienestar, el cual entregará complementos a las pensiones de algunos trabajadores de la generación Afore para procurar que éstas sean iguales a su último salario.

En esta fase inicial, el Fondo tendrá a 280 beneficiarios: 239 trabajadores que cotizan el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y 31 que cotizan en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

El gobierno ha argumentado que este fideicomiso público fue creado debido a las bajas tasas de reemplazo (es decir, cuánto recibe de pensión un trabajador respecto a su último salario) que prevalecen en el sistema pensionario de cuentas individuales en las Afores, el cual se creó a partir de la reforma de 1997 durante el gobierno de Ernesto Zedillo.

La secretaria de Gobernación, Luis María Alclade, dijo el lunes pasado -en la ceremonia de arranque del Fondo- que con el sistema pensionario de cuentas individuales había trabajadores que ganaban 10,000 pesos al mes, pero únicamente recibían pensiones de poco menos del 30% de ese salario, es decir, menos de 3,000 pesos.

“¿Qué cambia (con este Fondo)? Pasamos de un sistema individual, de cuentas individuales, a uno mixto, donde están las cuentas individuales, pero hay un elemento solidario, un complemento solidario para garantizar que los trabajadores puedan jubilarse con el 100% de su último salario”, aseguró la secretaria Alcalde.

No obstante, más allá del discurso oficial del gobierno federal, cabe resaltar algunos aspectos que es muy importante tener en cuenta sobre este Fondo de Pensiones para el Bienestar.

1.- Inicia con menos recursos de lo prometido
El gobierno federal había dicho que el Fondo iniciaría operaciones con un capital semilla de 64,619 millones de pesos; no obstante, el lunes se dio a conocer que arrancará con 44,894 millones de pesos.

De ese monto inicial, 24,238 millones de pesos son ahorros para el retiro que estaban en 2.2 millones de cuentas inactivas en las Afores y que no habían sido reclamadas por personas de 70 años o más; además, 6,135 millones de pesos son de ese mismo número de subcuentas de vivienda en el Infonavit.

Mientras que 12,000 millones de pesos fueron los recursos que quedaron tras la desaparición de la Financiera Rural de Desarrollo y que fueron transferidos al Fondo por el Instituto Nacional para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep).

El hecho de que el Fondo inicie con menos recursos de lo prometido es relevante puesto que si algo se le ha cuestionado es que, con las fuentes de financiamiento con las que fue creado, difícilmente tendrá recursos suficientes para complementar las pensiones de los trabajadores en el largo plazo.

Rolando Silva, vicepresidente fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México y especialista en pensiones, calculó que con los recursos iniciales del Fondo, al gobierno le alcanzará para otorgar complementos hasta por 7 u 8 años en el mejor de los casos, esto a no ser que se le asigne una fuente de ingresos recurrentes.

2.- Más de una tercera parte de sus recursos está en reserva financiera
Además de que el Fondo inicia con menos recursos de lo prometido, un 36% del capital inicial o 16,099 millones de pesos están en una reserva financiera que no pueden utilizarse para entregar los complementos a las pensiones de los trabajadores.

Ello significa que para otorgar los complementos, el Fondo sólo tendrá disponibles 28,795 millones de pesos.

Y es que esta reserva financiera fue creada para devolver a los trabajadores, en caso de que sean reclamados, los ahorros que estaban en cuentas inactivas en las Afores y que fueron transferidos al fideicomiso público.

El artículo 302 de la ley del Seguro Social establece que el derecho de los trabajadores y de sus beneficiarios para reclamar sus ahorros es imprescriptible, así hayan pasado años sin cotizar o así nunca hayan reconocido que tenían una cuenta en una Afore.

“Para garantizar la imprescriptibilidad establecida (…) el Fondo contará con una reserva constituida con cargo a los recursos a que se refiere este artículo y en los términos que establezca su contrato constitutivo, a fin de garantizar la suficiencia financiera para que el Instituto pueda llevar a cabo, en su caso, la devolución de los recursos de los trabajadores, pensionados o beneficiarios”, dice el artículo 302 de la Ley del Seguro Social.

Lo mismo se establece en la ley del Infonavit para los recursos de las subcuentas de vivienda y lo mismo en la del ISSSTE para los ahorros en las cuentas de los trabajadores del Estado.

3.- Aún persisten deficiencias en el sistema pensionario
Pese a que este Fondo sí ayudará a incrementar las pensiones de algunos trabajadores de la generación Afore, la realidad es que no resuelve los problemas de fondo y las deficiencias estructurales que tiene el sistema pensionario en México, de acuerdo con especialistas.

Carlos Ramírez, expresidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), aseguró que el Fondo de Pensiones apenas y resuelve un “problema chiquito” del sistema pensionario, además de que se han construido falsas expectativas en torno al mismo que “no se van a cumplir”.

“Se ha presentado como la panacea, pero no es la solución a todos los problemas (…) El problema es que el Fondo no es financiable en el largo plazo”, comentó Ramírez.

El expresidente de la Consar señaló que la mayor parte de las personas de la generación Afore se empezarán a jubilar en las siguientes décadas y, para entonces, el Fondo se habría quedado sin recursos, a no ser de que se encuentre una manera de financiarlo en el largo plazo.

Entre los problemas estructurales que especialistas identifican en el sistema pensionario y que no son atendidos con este Fondo de Pensiones están:

La insuficiencia de recursos ahorrados por una gran cantidad de trabajadores de la generación Afore y que tendrá como consecuencia bajas tasas de reemplazo en el futuro.
La gran proporción de la población que está en la informalidad y que no tiene acceso a una pensión bajo el sistema actual.
La presión que ejerce sobre las finanzas públicas el viejo sistema pensionario (de Ley del 73) en el cual era el gobierno el que entregaba pensiones vitalicias con base en el salario promedio del trabajador en sus últimos cinco años de vida laboral.
4.- Hace falta reforma más profundas al sistema
Especialistas aseguran que aun con el Fondo de Pensiones para el Bienestar, es urgente que se realicen una serie de reformas profundas al sistema de pensiones en México que atiendan sus deficiencias estructurales.

Rolando Silva explicó que la población a nivel mundial y en México está envejeciendo, lo que provocará que el gasto en pensiones se dispare en las siguientes décadas.

“Para 2055-2060 el 40% de la población en México serán adultos mayores”, dijo. “De ahí que el tema de las pensiones hay que atacarlo de manera anticipada”.

Entre las propuestas que Silva ha planteado desde el Colegio de Contadores están el de revisar un incremento en la edad de retiro (que actualmente es de 65 años) por el aumento de la esperanza de vida de la población, además de crear un Instituto Nacional de Pensiones que sea autónomo y que tome decisiones con base en lo que es mejor para el sistema pensionario y no a partir de fines políticos.

Moisés Pérez Peñaloza, director de retiro en AON Latinoamérica, declaró que otro de los aspectos que hay que revisar es un incremento a las aportaciones obligatorias que cada trabajador tiene que hacer a su cuenta de ahorro para el retiro, pues actualmente es de sólo 15% del salario de un trabajador y debe ser “mucho más alta”.

“El problema de fondo del sistema actual son las bajas tasas de reemplazo, el cual no se resuelve con el Fondo de Pensiones para el Bienestar”, consideró Pérez Peñaloza.

No obstante, Rolando Silva se dijo pesimista de que el nuevo gobierno que llega (encabezado por Claudia Sheinbaum) vaya a animarse a realizar una reforma profunda al sistema pensionario, puesto que suelen ser muy dolorosas para la sociedad y además tienen un alto costo político importante para quienes las realizan.

“No hay ninguna motivación política para tomar cartas en el asunto porque el primer efecto que tienen estas reformas es impopular, además de que los beneficios son a muy largo plazo”, concluyó.