Tuxpan regresa a la barbarie
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Como sucedía en la antigua Roma, cuando los monarcas ocultaban sus excesos al pueblo con el circo, donde morían los gladiadores, bestias salvajes y enemigos políticos, así en Tuxpan, su majestad Jesús Fomperoza, encabezó un carnaval, que parecía una fiesta de conmemoración de otros motivos y libertades.
El paseo inició en el puente de Tuxpan, para terminar en la base naval, a través del bulevar del río, trabajo inaugurado con motivo del carnaval, auspiciado por la gobernadora y ejecutado por el ex alcalde, José Manuel Pozos Castro, donde apreciaron el desfile hombres, mujeres y niños, para quienes algunas escenas grotescas recordarían todo menos una fiesta tradicional familiar. La marcha inició de día, a las seis de la tarde, de tal manera que todavía hay mucha gente de todas las edades en las calles.
El escenario del viejo Coliseo romano, asemejaba lo narrado en la Santa Biblia cuando se describe a Sodoma y Gomorra, era un escenario con dos mil años de atraso frente a los ojos de los habitantes del siglo XXI.
El carnaval llamado «La alegría eres tú», reunió gente y atrajo turismo de los municipios cercanos, desde la víspera se anunció como “un carnaval con ambiente familiar”.
El palco de honor donde recibió a su majestad Fomperoza primero, se ubicó a la altura de la avenida Central, donde se rendía honor a una persona a la que nadie eligió, y que muestra conductas erróneas como si no le tuviera que rendir cuentas a nadie.
El carnaval se convirtió en una gran falta de respeto para los tuxpeños, misma que oculta otro agravio a su sociedad, que tiene que ver directamente con la libertad con la que se conduce el presidente municipal interino a la hora de disponer de los recursos del pueblo.
En momentos de austeridad todo era derroche, no hay que olvidar que son épocas electorales y de lucimiento, como si la gente no hubiera aprendido que la fiesta, la dispersión, es una mentira que suele ocultar una tragedia y no una muestra de poder.
Si bien las celebraciones del Carnaval de Tuxpan generaron una importante derrama económica en el sector restaurantero, con un incremento en ventas de hasta 85% en comparación con fines de semana anteriores, el deterioro de la imagen de los políticos no tiene precio, porque mostraron que al echar la casa por la ventana en eventos de diversión implica no sólo despilfarro sino desvio de fondos.
También son tiempos en los que los conservadores han logrado infiltrarse en las filas del gobierno, de la administración y del propio partido, prueba de ello es la estrategia que no disimula en llevar a cabo el candidato del PAN a la presidencia municipal de Tuxpan, donde el candidato de Morena podría resultar una marioneta.
El jefe del grupo de infiltrados es el propio José Ramón Ganem, con quien el candidato de Morena, Daniel Cortina, obtuvo su primer trabajo dentro de la administración pública del municipio, quien le está agradecido y le rinde pleitesía hasta la fecha.
Tanto, que, de perder el PAN, que es lo más seguro, de todas maneras, podría influir en la administración de su pupilo Cortina, claro, si éste lo permite. Situación que será observada por toda la población.
En medio de esta transición se encuentra el organizador del carnaval, que no es político y el destino lo colocó como presidente municipal interino para desgracia de los tuxpeños.
En el carnaval se escucharon consignas que parecían ser de algunos organizadores, al grito de no somos machos pero somos muchas, se muestra lo que llaman la cofradía, un grupo de políticos que empieza con Ganem, pasa por Fomperoza y uno que otro más.
Médico de profesión, pero con un gran oficio en el arte de la adjudicación de bienes ajenos, y afición por los negocios poco claros, todavía le quedan nueve meses para seguir haciendo de las suyas en la administración del municipio, en complicidad de su esposa, cuñado y amigos de todos ellos, porque para ellos ya llegó el año de Hidalgo.
Con prácticas extraídas del pasado la administración interina ha dejado que la violencia se desate en las calles de Tuxpan, la inseguridad aumenta, y la delincuencia, de todo tipo, camina impunemente cometiendo agravios a plena luz del día. Esperemos que el emperador Fomperoza no se crea Nerón y quiera incendiar Tuxpan.
Mientras esto sucede, en la oposición se muestra una descomposición similar, dando lugar no sólo a que haya excesos en el municipio que se supone es de Morena sino también de la impunidad imperante.
La fragilidad de la oposición es evidente en todo el país, pero frente a las elecciones del 1 de junio, en Veracruz las deserciones son cosa de todos los días. El jueves 8 hubo una gran derrota para el PAN, de la cual no son responsables sus adversarios sino sus propios excesos.
La diputada local Monserrat Ortega Ruiz, esposa de José de Jesús Mancha Alarcón, ex dirigente estatal de Acción Nacional, renunció a ese partido, desapareciendo la bancada panista ya que para que pueda llamare bancada con representación y personalidad partidista, debe contar con cinco miembros y sin la diputada sólo quedarían cuatro, uniéndose a los legisladores sin bancada en el Congreso, del PRI, con dos diputados y Movimiento Ciudadano con dos, también.
En este panorama de decadencia, de regreso al pasado en Tuxpan se viven tiempos de barbarie, esperemos que el futuro sea mejor, lo cual dependerá de la figura del triunfador en las elecciones, quien deberá poner a la sociedad tuxpeña muy en alto. Eso esperamos.
PEGA Y CORRE.- Jorge Sisniega, director administrativo del Sector Salud, fue responsabilizado de presuntas irregularidades en la asignación de plazas en el sector, por un monto de 200 millones de pesos, como parte de la limpieza que lleva a cabo la gobernadora Roció Nahle, quien realiza una profunda auditoría de la administración anterior…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.