Tareas pendientes tras 35 años de reunificación alemana
El 3 de octubre es día festivo nacional en Alemania, fecha simbólica para celebrar la reunificación alemana tras un acuerdo el 31 de agosto de 1990 después de firmar el tratado de reunificación entre la República Federal de Alemania BDR –siglas de Bundesrepublik Deutschland– y la Democrática Alemana, la DDR, de Deutsche Demokratische Republik.
Al término de la Segunda Guerra Mundial y a manera de penalización, el país y la capital Berlín quedaron divididos en cuatro zonas de ocupación bajo el control y la administración de los países aliados que derrotaron al régimen nazi. La otrora Unión Soviética se hizo con la parte Este; bajo la administración de Inglaterra, Francia y Estados Unidos los aliados tuvieron al Oeste.
En 1949 nació la República Federal de Alemania, cuando los aliados formaron sus respectivas zonas de control. Paralelamente se fundó la República Democrática Alemana, que 12 años después iniciara la construcción del emblemático muro.
Berlin se encontraba en el Este. Los aliados tampoco estaban dispuestos a que la Unión Soviética de Stalin controlara toda la capital. Fue entonces que esa ciudad, de 890 kilómetros cuadrados, también se dividió en cuatro zonas.
Para el ciudadano de la República Federal de Alemania visitar Berlín occidental era un viacrucis, al ser necesario pasar estrictos controles. Tras la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, que fueron precedidas por 3 meses de protestas; llegaba el fin a cuatro décadas de división durante la llamada Guerra Fría, Alemania Oriental o del Oeste se unió a la Occidental o del Este. Los 1400 kilómetros de división desaparecían. Berlín recuperaba el estatus de capital que ostentaba Bonn.
Los estados federados que componen la actual Alemania se ampliaron a 16 con la asignación de los llamados cinco nuevos, que eran parte de Alemania Oriental y que actualmente tras 35 años siguen arrastrando la carga de haber tenido que adaptarse de un día para otro a un sistema económico y social completamente diferente, a lo que muchos de ellos consideraban un capitalismo voraz.
El tratado de reunificación significó una nueva constitución al eliminar prácticamente la existente en la Alemania del Este. El Oeste asumía el compromiso del pago de las deudas con las que cargaba el Este, así como la adquisición de todos los bienes. La privatización de empresas se realizó bajo un preciso mecanismo de organización.