ECONOMÍA

Slim: «ya no es negocio Telmex; arrastra cifras rojas»

Carlos Slim, la persona más acaudalada del país, no ve en qué le ha beneficiando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador; o al menos eso dijo a medios en conferencia de prensa. Reprochó que en telecomunicaciones sus compañías siguen compitiendo con un brazo amarrado, Teléfonos de México (Telmex) ya no es negocio; mientras, en obra pública, con la actual administración sólo ha participado en el tramo dos del Tren Maya.

El empresario enfatizó que Telmex desde hace más de 10 años se encuentra en números rojos, en parte por el pasivo laboral, y también porque la regulación asimétrica no le ha permitido entrar a otros negocios. Nos han hecho competir con un brazo amarrado, aseguró el empresario. Luego de enumerar por qué la empresa que catapultó su fortuna ya no es negocio, zanjó venderla, pues reconoció que aún es competitiva y se espera que llegue a un punto de equilibrio en 2040.

En una conferencia de casi cuatro horas, el empresario puso el primer tema: un recuento de cómo se volvió el hombre más rico del país, incluida la privatización de Telmex. Luego –a veces directo y otras tantas esquivo– agotó todo lo que la prensa le consultó: su vínculo con la actual administración, lo que espera de la siguiente; las iniciativas de reforma enviadas por López Obrador el pasado 5 de febrero; las declaraciones de éste sobre un presunto ofrecimiento para que el magnate fuera candidato a la Presidencia en 2018.

También se refirió a la división de poderes, al vínculo del Ejecutivo y Judicial; al rol que han tenido hasta ahora los organismos autónomos, en particular el Instituto Federal de Telecomunicaciones, que regula su principal compañía; al colapso de la línea 12 del Metro, que para el magnate ya es un caso muy discutido; a la participación del Ejército en obra pública, así como al debate de cómo gravar las grandes riquezas, que calificó de tonterías, entre otros temas.

El empresario evadió manifestar una postura a favor o en contra sobre la eliminación de los organismos autónomos, en específico el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que ha rechazado que América Móvil, como actor preponderante, dé servicios de televisión abierta; en cambio, sí ha permitido que Televisa entre a dar servicios de telefonía e Internet.