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Sequía merma el hato ganadero en Querétaro

La escasez de agua en los embalses y la insuficiencia de forraje también están impactando a los productores, principalmente de las regiones del semidesierto y de la Sierra Gorda.

La actividad ganadera de Querétaro resiente los estragos de la sequía. La escasez de agua en los embalses y la insuficiencia de forraje están impactando a los productores, principalmente de las regiones del semidesierto y de la Sierra Gorda.

Estas condiciones han provocado una caída de 30% del hato ganadero, debido a que están optando por vender su ganado para evitar que muera a causa de la escasez de agua y de alimento, explicó el presidente de la Unión Ganadera Regional de Querétaro (UGRQ), Romualdo Moreno Gutiérrez.

“En el tema ganadero se han tenido que deshacer de su ganado, sobre todo del semidesierto y de la sierra también; los bordos, las presas, los manantiales se han estado secando, la están pasando muy mal”, declaró.

Del semidesierto a la zona norte del estado, externó, algunos productores vendieron ganado, la excepción es el municipio de Ezequiel Montes donde, al contrario, ha aumentado la producción.

Romualdo Moreno previó que el 2024 sea uno de los peores años de sequía; anteceden los estragos del 2022 y del 2023 cuando comenzó a descender la precipitación pluvial, después de las intensas lluvias que impactaron al estado a finales del 2021.

“Va a ser peor (2024), porque el 2022 venía de un 2021 que estaban las presas llenas (…) hubo un exceso de agua, nosotros tuvimos inundaciones en los ranchos, hasta a algunas becerras se las llevó el agua, se perdió por exceso de agua, pero siempre ayuda más que haya agua a una sequía”, apuntó.

En la mayor categoría

De acuerdo con registros de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al 15 de junio, los 18 municipios de Querétaro se encontraban en sequía excepcional, la mayor categoría de sequía. En tanto, las principales presas del estado están al 3% de llenado, al 27 de junio.

Además del estrés hídrico que enfrenta la entidad, añadió, la sequía desencadena otras problemáticas, como los incendios forestales. Al bajo nivel de almacenamiento en los cuerpos de agua, se agrega la escasez y el encarecimiento del forraje, toda vez que disminuyó la producción y aumentó la demanda; ambos fenómenos impactan en la alimentación del ganado.

El productor agregó que la sequía está mermando en general al sector agropecuario, debido a que bajan los rendimientos de la producción; ejemplificó que los cultivos de maíz se estresan ante el exceso de calor e inhibe su crecimiento.

Alinean estrategias

Para subsanar la pérdida del hato ganadero, agregó, se desarrollará un proyecto de repoblamiento y mejoramiento genético, que el sector planteará ante el gobierno estatal.

Entre las estrategias para mitigar los efectos de la sequía, explicó que la UGRQ gestionó una bolsa de 10 millones de pesos de recursos estatales, para acercar dotaciones de agua a los productores.

Una primera alternativa era llevar pipas de agua, sin embargo, detectaron que también requerían de equipo para almacenar el líquido.

“Nos preparamos para darles pipas de agua, también cisternas porque habría que hacer la logística más precisa porque había lugares donde no tenían dónde vaciar una pipa de agua, entonces teníamos primero que darles donde vaciarlo y después, ahora sí, mandar las pilas de agua”, compartió.

El representante de los ganaderos confió en que los pronósticos de lluvia ayuden a mitigar las afectaciones que está provocando la sequía en todo el territorio.

Para incentivar la producción pecuaria, instó a la población a consumir productos locales; es carne que, refirió, pasa por estándares de calidad e inocuidad.