Remes traiciona a Morena y se va con Yunes
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
En la desesperación por salvarse de la cárcel, el presidente municipal de Poza Rica, Veracruz, Fernando Remes, no pensó ni dos veces el traicionar a su partido Morena y a su dizque amigo, Andrés Manuel López Obrador y se reunió el miércoles 24 de enero a las 8 de la mañana en la casa de la regidora panista, Leslie Ortiz y de su marido Gonzalo Hernández Gibb, empresario de medios, para recibir al invitado, nada menos que al candidato a la gubernatura por la alianza opositora Pepe Yunes. La conciencia le dictaba a Remes que no podía esperar un minuto más para poner a la disposición de Pepe Yunes todos los recursos del ayuntamiento que necesitara para logra el triunfo en las urnas este 2 de junio. Se trata de un hombre sin convicciones, sin más bandera que la impunidad y su única vocación es la delincuencia.
A Remes no le conviene que gane su partido, que es el mismo del amigo que dijo tener de manera incondicional, cuya confianza defraudó y se excedió en hacer gala de esta relación que nunca pudo comprobar su proximidad; sin embargo, al alcalde de Poza Rica, –conocido por su relación con la delincuencia y con toda una negra historia en el robo de autopartes y vehículos–, el hecho de que llegue a la presidencia municipal de Poza Rica, la diputada Cecilia Guevara o su hijo, Fernando E. Guevara, quienes han peleado con denuedo esa alcaldía implicaría que El Pulpo, estaría con un pie en la cárcel.
El historial delictivo de Remes es conocido por todos los habitantes de Poza Rica, motivo por el cual rechazan su presencia donde tiene la ocurrencia de pararse. Remes le hace daño a su partido, a su amigo y a su futuro personal, porque todo mundo lo ve como un traidor al ponerse sumisamente, a las órdenes del contrincante. La verdad es que no cabe ya en su partido y en otros frentes lo rechazan y hasta lo discriminan.
La enemistad entre los Guevara y Fernando Remes tiene varios años, desde el momento en que llegó a la presidencia municipal de Poza Rica el ex beisbolista, la guerra desde el Congreso local, cuando Cecilia Guevara era presidenta de la Mesa Directiva, fue intensa, una lucha a muerte. Pero los Guevara abrieron otro frente que fue el de su hijo Fernando, subsecretario de Infraestructura y Obra Pública del gobierno del estado.
El subsecretario, muy cercano al gobernador, intensificó los ataques contra las fechorías que realizaba Remes toda su vida, que van desde adueñarse de la plaza, como lugar de operaciones del crimen organizado, hasta considerar que los recursos del ayuntamiento le pertenecían y dispuso de ellos en el acto del 17 de enero con Rocío Nahle y Claudia Sheinbaum, en el deportivo 18 de Marzo, y ahora los ofrece como ofrenda de rendición y mansedumbre al candidato de la oposición Pepe Yunes.
Todo para salvarse de la cárcel por los Guevara a la presidencia municipal, lo primero que harían sería una auditoría profunda, minuciosa, precisa, donde seguramente podrán descubrirse muchos asuntos turbios del presidente municipal mejor pagado del país.
Lo que intentó negociar con Pepe Yunes no fue la bienvenida a un hombre honesto a la gubernatura sino la necesidad de impunidad, porque con el pretexto de que la candidata de Morena a la gubernatura, Rocío Nahle, hizo gala de su clásico mal humor y de su habitual despotismo, se quejó con Yunes para que lo cobijara como su simpatizante y para ello abrió las puertas del ayuntamiento de par en par para lo que ex presidente municipal de Perote, quisiera.
En el climax de su descaro confesó en ese desayuno, haber votado por Pepe Yunes en las elecciones de hace seis años y no por Cuitláhuac García, actual gobernador de Morena. Las caravanas y halagos dirigidos a Pepe Yunes descubrían, por sí mismos, su intención por salvarse de la cárcel.
Sabe que la fuerza social y política que han tomado Cecilia Guevara y su hijo Fernando, puede llevarlos a encabezar la presidencia municipal de Poza Rica, de la que todavía se considera propietario. Porque tanto lo que hizo en el evento de Morena, como lo que ahora ofrece al priísta, está fuera de la ley, lo cual no le importa con tal de no pisar la cárcel.
Si alguien quiere que pierda Morena en la gubernatura es Fernando Remes, y no porque encuentre coincidencias con Pepe Yunes, porque este es una persona honesta, sino porque el triunfo es lo único que puede salvarlo del castigo que desde hace varios años merece Fernando Remes.
La fuerza política que han obtenido tanto la diputada Cecilia como el subsecretario Fernando en la entidad los coloca con un pie en la presidencia municipal, aunque no por ello están libres de responsabilidades, ya que en el caso del subsecretario pudo apreciársele en el evento de Rocío Nahle, en momento en los que debía estar despachando en su oficina de Xalapa, los asuntos por los que cobra su salario.
Claro, lo mismo sucedió con Fernando Remes, quien queriéndose lucir ante Nahle y Claudia Sheinbaum, al ser nombrado como el anfitrión del evento fue abucheado, tal vez ese haya sido el motivo del mal trato que recibió de la ex secretaria de Energía, al darse cuenta que el presidente municipal que debe ser el enlace más cercano al pueblo, era rechazado por la multitud.
Remes se convirtió en el apestado de la región, donde seguramente sobran pruebas para encarcelarlo por el resto de sus días.
PEGA Y CORRE.- El peligro de las plurinominales para las elecciones coloca verdaderos delincuentes apunto de obtener fuero y a unos improvisados a punto de legislar, como es el caso del priista Aurelio Nuño, ex secretario de Educación, que no sabe leer y que representaría no sólo un atentado a la educación y a la cultura sino a México…Esta columna se publica los lunes, miércoles, y viernes.
