Reforma al Poder Judicial camina
Los intereses colocados en la administración de justicia se resisten a ser descubiertos
Por Ángel Álvaro Peña
La Reforma al Poder Judicial fue anunciada por el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, de tal manera que nadie puede llamarse a sorpresa, a pesar de que la oposición pide cada vez que puede una prórroga para ganar tiempo y tener los elementos necesarios para contrarrestarla.
Quieren posponer el debate por tiempo indefinido para evitarla. Desde el clero católico hasta la presidenta de la Suprema Corte de Justicia inventan alternativas de reforma para posponer una decisión que deberá someterse a aprobación en el Senado el miércoles 11 de septiembre.
“La propuesta de reforma que discute actualmente el Senado no responde a una revisión integral del sistema judicial, ni garantiza una mejor impartición de justicia. Por esa razón lanzamos la pregunta: ¿Por qué la prisa?”, expuso la Arquidiócesis de México, en su editorial del semanario Desde la fe.
Por su parte, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, elaboró su propia propuesta de reforma judicial. “La demolición del poder judicial no es la vía, como se pretende”, aseguró la ministra.
Mientras quieren aplazar el debate las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos del Senado de la República dieron inicio a la discusión de la reforma al Poder Judicial, en donde el PAN y PRI, recordaron la existencia de órdenes de jueces para detener el avance de estudio del dictamen, por lo que pedían una moción suspensiva detener el proceso, el argumento de Morena es definitivo: El poder Judicial no tienen atribuciones sobre el poder Legislativo, de tal manera que puede haber mil dictámenes contra el debate parlamentario pero carecen de validez.
Respecto a la discusión del día 11, el presidente de la mesa directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, afirmó que ya tienen a los 86 senadores para aprobar la reforma al Poder Judicial.
Ante esta situación la diputada federal de Morena señaló que la ministra presidenta de la Suprema Corte “merece juicio político” por incitar al paro de labores e incurrir con ello en diversos delitos, añadió que la ministra “está azuzando a los altos mandos y a trabajadores del Poder Judicial a estar en paro de labores ofreciéndoles que podrán cobrar sin trabajar a cambio de obstruir al Poder Legislativo” en su intención de aprobar la reforma judicial.
Citó que el artículo 110, fracción X de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación indica que es causa de responsabilidad de los servidores públicos “dejar de desempeñar las funciones de sus altos cargos”.
Por otra parte, los medios tienen su propio juego, una de las más conocidas televisoras comerciales, de televisión abierta, llegaron a tal punto que las marchas de estudiantes a favor de la Reforma del Poder Judicial le cambiaron radicalmente la bandera y dijeron en sus noticiarios que eran los estudiantes de Derecho de universidades privadas y públicas quienes estaban protestando en las calles contra dicha transformación.
Cada quien hace su trabajo respecto a la inevitable reforma de un Poder que tiene más de 100 años sin un solo cambio. La Reforma Judicial implica terminar con los privilegios que, en sí mismo, atentan contra la democracia, tales como las pensiones vitalicias millonarias. En resumen, los senadores que apoyen la reforma, del partido que sea, pueden ser calificados de traidores a sus colores, pero evitarán que se haga más daño al país, porque de seguir operando el Poder Judicial como hasta ahora, implica un atentado contra México.
Algunos encuestadores rompen la imparcialidad que debe caracterizarles y señalan que de no aprobarse la reforma será una gran derrota para para el Presidente, cuando en realidad estaremos hablando de la única derrota en su sexenio en caso de suceder de esa manera, aunque en la cuenta de los 85 senadores, necesarios para aprobarla es el número con el que cuenta Morena. Sin embargo, con precisión es de 85.333, pero como un senador no puede dividirse, se ha dicho que deben ser 86 la mayoría calificada, de tal manera que se requiere de otro voto que no sea de Morena o de sus aliados, lo cual aseguran Adán Augusto López, el presidente López Obrador, la presidenta electa Claudia Sheinbaum y el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, que ya cuentan con ese voto, de ahí que la senadora del PAN por Aguascalientes, María de Jesús Díaz, amenazó no sólo a sus correligionarios panistas a recibir una golpiza sino a cualquier senador que apoye la reforma.
El linchamiento que pide la senadora panista es un llamado a la violencia entre iguales que merece la evaluación de su fuero y la posibilidad de quitarle la investidura de senadora, ya que no puede mantenerse un discurso de odio en lugar de debate.
Entrevistados fuera de la Suprema Corte un grupo de personas que se decían parte de los empleados del Poder Judicial fueron entrevistados, no saben el contenido de la reforma, pero, por si fuera poco, no supieron decir en qué área trabajan ni sus actividades, es decir, contrataron personal para engrosar las filas de quienes supuestamente protestaban contra la Reforma, en la que algunos jueces y varis magistrados están de acuerdo y lo han expresado públicamente.
La necesidad de la reforma es urgente, de no tener Morena la mayoría calificada este cambio nunca hubiera existido y no se desaprovechará la ocasión para actualizar las responsabilidades y erradicar los vicios que toda institución sin cambios guarda en todos sus rincones inevitablemente.
La justicia estaba privatizada en México, tantos años de vicios y de impunidad crearon nuevas formas de administrar la justicia y en un país con tantas desigualdades la balanza de la ley se inclinaba en muchos casos, de un solo lado.