COLUMNISTAS

Plan X… Y… Z… del presidente AMLO

 

Por Carlos O. Silva Bandala

Por asociación en el lenguaje, se intitula este análisis Plan X, Y, Z, que son las tres últimas letras del abecedario y por ser los tres últimos planes del sexenio del Presidente, a los cuales nos ocupa este documento.

El Plan “X”, referente a la candidatura presidencial de AMLO/Morena tiene meses de estar en marcha y se encuentran muy encarrilados Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Ricardo Monreal.

Plan “Y”,El Artículo 49 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece que el Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial y que no podrán reunirse dos o más de estos poderes en un solo individuo.

El Presidente de la República ha presentado iniciativas que han requerido para ser aprobadas de mayoría calificada en la Cámara de Diputados. La mayoría simple es la mitad más uno. La mayoría calificada se representa por las dos terceras partes. En ambos casos del total de los reunidos en pleno. A mayor explicación, considerando que la Cámara de Diputados está integrada por 500 legisladores se requieren 334 votos para alcanzar una mayoría calificada, o un número menor, según el total de los asistentes a la sesión, legalmente constituida (251 por lo menos). En la Cámara de Senadores 85 de los 128 de ellos, se requieren para constituir dicha mayoría. Variando de igual manera que en la Cámara de Diputados, del número en función.

El espíritu del constituyente en la división de poderes fue (es) para evitar el caudillismo político- gobernante, en esencia del Presidente de la República (Poder Ejecutivo). En la concepción de división de poderes, nunca fue pensada como parte de revanchismos políticos. Por el contrario, para asumir un principio profundamente reflexivo y republicano, de manera contundente en el Congreso de la Unión.

 

LOS TIEMPOS DEL PRI

En la época memorable de partido único gobernante del PRI, por muchas décadas, las iniciativas del Presidente de la República enviadas a la Cámara de Diputados, fueron aprobadas la inmensa mayoría. Según las circunstancias los votos que faltaban a la fracción parlamentaria priísta para su aprobación, no se negociaban políticamente, dicho de otra manera, no ideológica con otro u otros partidos políticos. Era el dinero la carta más poderosa para conseguir los votos necesarios (dinero y el poder eran inseparables). Para no ir muy lejos, ahí está la desvergüenza de algunos legisladores del PAN en el período presidencial de Enrique Peña Nieto, para aprobar la Reforma Energética. Declaración en el juicio del ex director de Pemex, Emilio Lozoya.

En la tozudez del Presidente AMLO para que sus iniciativas pasasen en la Cámara de Diputados sin modificación alguna, ni una coma pues, por convicción propia de rectitud y honestidad, al considerar que le asiste la razón, no negoció sus iniciativas con dinero público, como había sido costumbre en el pasado. Cuando solo ha habido necesidad de mayoría simple (50% + 1), tal cual las enviaban, han pasado y san se acabó. Pero en condiciones de requerir mayoría calificada (2 terceras partes), ahí sí que no caminaron hacia adelante. Las rechazaron. El Plan “Y” del Presidente lleva para que los candidatos de Morena y aliados con otros partidos políticos, es que logren los 334 o más Diputados Federales en la nueva conformación camaral, ya que como él mismo lo ha hecho saber, volverá a presentar iniciativas de reforma constitucional en cuanto se instale la Cámara de Diputados 2024/2027.

 

 

El punto es, que, si logra Morena y aliados ese número de diputaciones, el Presidente va a cobrar la factura política, tope donde tope. En la pretensión al comento, lleva bola de tres bandas, además de lo señalado, el que cuente con la suficiente fuerza política camaral que lo proteja de posibles señalamientos de su responsabilidad presidencial, que amenacen su tranquilidad emocional, por decirlo cortésmente y para garantizarle al futuro presidente (morenista) un primer trienio sin contratiempos en dicho recinto legislativo.

Plan “Z”, AMLO no va en las boletas electorales, sin embargo, para lograr lo que aquí se asienta, requerirá de su activismo político como si estuviese en campaña. De 9 elecciones de cambio de gobernador, en misma fecha de la presidencial, 6 son morenistas, una de Movimiento Ciudadano y 2 del PAN. El Presidente va por todas, e irá con todo lo que en su alcance tenga, y, es mucho, muchísimo poder político y económico que lo arropa. Ahora bien, en el proyecto del ministro Alberto Pérez Payán, al cual el ministro Javier Laynez concedió una suspensión para que las modificaciones legales del famoso Plan B no se apliquen  hasta que los ministros de la SCJN resuelvan si son constitucionales, lo cual le faculta al INE conservar sus funciones y estructura institucional por tiempo indefinido, si llegado el caso se vota por su inconstitucionalidad o lo mantienen en suspensión más allá de las elecciones del 2024, tanto el Presidente, los gobernadores y los funcionarios públicos estarán (ya lo están con la suspensión) imposibilitados de promover su imagen con recursos públicos, al prohibirlo la Constitución, se convertirá en un problemón  para el Presidente. Es el kit del riesgo de no alcanzar la mayoría calificada, ambicionada.

Otorgando sin conceder, todos los actuales gobernadores morenistas, fueron en su momento buenos candidatos a sus gobiernos, pero, sin el apoyo decidido del Presidente y sin la carga política López/obradorista, quien sabe cómo les hubiera ido. Ahí viene el cobro de la factura. La responsabilidad de sacar adelante las candidaturas al Congreso de la Unión: Cámara de Diputados y Cámara de Senadores. Ni dudarlo que será la exigencia para ellos, o el plan de mayoría calificada se viene abajo. Eso implica candidatos de perfil ganador. Nada de amigotes, compadrazgos o familiares. Generalmente han sido los gobernadores los que proponen a los candidatos por la vía uninominal. El cedazo para las mismas será el propio Presidente, Sin embargo, para la integración de las listas plurinominales, habrá de ser de la exclusiva voluntad de AMLO (tradición y costumbre presidencial de siempre). Es terreno minado para los gobernadores. Los candidatos plurinominales de Morena, es de suponerse que, si bien pueden no ser en su mayoría los más capaces, sin duda habrán demostrado que son sus más fieles camaradas que representarán lealtad a toda prueba en favor del para entonces ex -presidente de la República.

 

DOS BLOQUES

Hoy vemos dos bloques partidistas irreconciliables que van a la contienda electoral en 2024, que augura un Congreso de la Unión 2024-2027 atestado de señalamientos y acusaciones donde el ex–presidente (AMLO) se verá obligado a protegerse de los ataques por señalamientos al comportamiento del ejercicio de su gobierno. De ahí la importancia que tienen las candidaturas plurinominales para el Presidente. Los congresistas por la vía plurinominal morenista, tendrán una connotación diametralmente opuesta a las del grupo opositor PAN/PRI/PRD. Para el Presidente serán sus escuderos parlamentarios. Es un regalo personal presidencial, cuya condición para merecerlo, es la prueba de su lealtad, gratitud y capacidad consecuente (como en la milicia, grupo elite).

Para el caso de las plurinominales del grupo opositor, serán acomodos a condición de interés de grupo político, empoderados circunstancialmente en los Partidos que representan. Como carecen de liderazgo social no se arriesgan a una campaña para ser electos por la gente. Con el poder interpartidista que tienen, el pastel de las plurinominales lo parten, lo comparten y se quedan con la mejor parte. El tiempo nos dirá en su momento que Alejandro Moreno (PRI), Marko Cortés (PAN) y Jesús Zambrano (PRD), irán en las listas plurinominales en primer o segundo lugar. De cualquier modo, en estricto sentido en las ocupaciones principales de los Diputados de legislar en beneficio del pueblo y fiscalizar el uso de los recursos públicos que utilizan los diferentes niveles de gobierno, ni Alito, ni Marko, ni Jesús tienen la formación y el conocimiento para significar la honra de legislar como diputados o senadores. Atrincherados como opositores, el revanchismo irracional y la alharaca son la marca de su tiempo. No entienden en su ineptitud de legisladores, que el principio de división de poderes, obliga para actitudes sesudas, reflexivas y republicanas.

 


 

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