Morena la inminente ruptura
Por Luis Ramírez Baqueiro
“Los imperios están condenados a la dispersión, como las ortodoxias y las ideologías, a los cismas y a las escisiones”
– Octavio Paz –
Andrés Manuel López Obrador tuvo cerca de 20 años para visualizar y planear el proceso de sucesión que se avecina, el 2024 será la fecha de prueba de su entramado plan para convertir a la Cuarta Transformación en la consecución de un régimen que terminará por acabar con las Instituciones como las conocíamos.
El hoy presidente de México jamás le ha mentido a la sociedad, aquellos que ahora lo critican y dicen que está destruyendo al país faltan a la verdad, pues él lo dejó claro desde 6 de septiembre de 2006 cuando en un mitin en la toma del Paseo de la Reforma dijo: «¡Al diablo con sus instituciones!».
De esta manera llama la atención la forma y manera de operar la sucesión presidencial, adelantando los tiempos como mecanismo de distracción general; si algo ha confirmado el presidente López Obrador es su capacidad en el manejo del mensaje y la comunicación gubernamental, lo que implica en la férrea conducción de la agenda nacional y de los temas que marcan la pauta mediática.
Sus conferencias mañaneras son y serán el instrumento esencial para la promoción de la propaganda del régimen.
Fue el 5 de julio del 2021, cuando López Obrador provocó el adelanto de la carrera por la sucesión presidencial, cuando desde el mismo púlpito mañanero ofreció los nombres de aquellos integrantes de su gabinete que lo podrían suceder en el 2024.
La medida que en su momento le resultó necesaria para con ello mantener el control de los temas de la agenda pública nacional, fue el comienzo de una lamentable e inexpugnable lucha que terminará por destruir al movimiento transformador que él mismo alentó.
Al menos la respuesta de quienes hoy se presentan como los posibles candidatos a suceder al mismo López Obrador evidencian el cisma que se avecina, a pesar de que en las encuestas se afirme que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México lleve mano.
Un par de llamados han encendido los focos rojos, ya desde mediados del año 2022, con el enfriamiento que desde Palacio Nacional se le dio al senador Ricardo Monreal, los visos claros de rompimiento comenzaron a ser evidentes.
Los encuentros cercanos entre Monreal Ávila y el canciller Marcelo Ebrard Casaubón hablaban de un acuerdo para cerrar filas y apoyarse mutuamente con sus respectivos capitales políticos en caso de que el presidente López Obrador inclinase la balanza a favor de Claudia Sheibuam Pardo o de su paisano Adán Augusto López Hernández.
Pero más recientemente un par de mensajes saltaron nuevamente, el primero los reclamos del mandatario al Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez pidiéndole que si lo que quiere es ser coordinador de campaña de la aun Jefa de Gobierno de la Ciudad de México lo exprese abiertamente, pero que deje de hacer de portavoz.
Y el otro, el rechazo a la manifestación que realizará en la SCJN por parte de una corriente importante de militantes de su partido que ven en la acción una medida burda y por demás demagógica de querer congraciarse con el presidente López Obrador, ante la innegable ingobernabilidad que enfrenta la entidad.
Dicho escenario es el caldo de cultivo perfecto para el cisma que se viene, inclusive, los liderazgos del pseudo aliado Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ya han expresado abiertamente la posibilidad de que abandonen a Morena en el próximo proceso electoral.
La indiferencia y el absolutismo en la toma de decisiones por parte del propio presidente López Obrador, serían la causa latente de la ruptura, así que imaginemos amables lectores, que el cisma profundo anuncia la inminente ruptura de Morena.
Es de mencionar que el único partido con capacidad de crecimiento exponencial en el próximo proceso electoral se llama Movimiento Ciudadano, y su líder nacional el ex gobernador de Veracruz y actual senador Dante Alfonso Delgado Rannauro se ha mantenido al margen esperando el momento de lanzar la que será la jugada de jugadas.
No le extrañe a usted ver como candidatos presidenciales a un Marcelo Ebrard, a un Ricardo Monreal como candidato a la jefatura de Gobierno de la Cdmx, e inclusive a un Luis Donaldo Colosio Riojas como integrante de un presunto gabinete conformado por esos personajes que no se habrán de someter a los caprichos de quien hoy es el todopoderoso presidente de México.
La inminente ruptura de Morena es casi seguramente un tema que se le ha salido de control al propio Andrés Manuel López Obrador.
Al tiempo
Correo: astrolabiopoliticomx@gmail.com
Twitter: @LuisBaqueiro_mx