Los retos de la adversidad y la izquierda mexicana
Por Raúl López Gómez
¿Por qué el sentimiento de felicidad a pesar de lo negativo de las vicisitudes de la vida y las contradicciones de una lucha contra el destino?
Acerca del mexicano, como el ser más feliz sobre el planeta, porque aprendió a ir a contracorriente, pero también a aceptar la realidad.
Desde el origen de la pobreza, el trabajo diario, la persistencia y la superación personal mediante el estudio y también el sacrificio, es como millones de mexicanos salen adelante al paso del tiempo.
Resistir a todo lo malo de ser pobre acá en México se ha tomado como todo un deporte, el de resistir o aguantar a todo lo que se ve imposible, pero al final del día los anhelos, sueños y esperanzas, se cumplen.
Hay quienes hablan de “los tragos amargos” pero acá se bebe toda una cubeta de esos sueños imposibles, que al final con el éxito o el triunfo, muchos ya no quieren recordar y menos regresar al origen, ni en los recuerdos.
No olvidar el pasado, para seguir con los pies sobre la tierra, porque dicen que la vida da vueltas, y luego duelen más las caídas.
Esas generaciones de antes, de moverse en el autobús del transporte público, de no tener para una torta o un refresco y el recuerdo de las carencias a lo que nunca se vio como una tragedia, menos como una condición para no luchar por el futuro.
Seguir en la lucha diaria, después de aquellos tiempos, sólo quedan en el pasado los recuerdos a los tiempos “hermosos” de precariedad, pero también de felicidad, porque de las crisis se hacen las fortalezas del ser humano.
El ser feliz con poco y con la solidaridad siempre de unos y otros, superar aquellos tiempos de “vacas flacas”, que como pesadilla quedaron en el pasado, y ahora son las remembranzas de los tiempos idos.
Los que vienen empujando la piedra, son a los que ahora se requiere de apoyar y de esa forma el país saldrá adelante con otra visión de ayudar a los que menos tienen.
Pero, los que tienen en abundancia apuestan a que los de las grandes mayorías sigan sufriendo de falta de justicia y de las carencias de siempre, pero ahora son otros tiempos y precisamente en esta era de la Cuarta Transformación, la gente está contenta con los programas sociales de bienestar y en el campo en donde por fin muchos millones de mexicanos en los tiempos difíciles de la pandemia y ahora con la galopante inflación se sale adelante y se da un equilibrio a la crítica situación.
EL RECONOCIMIENTO
En esta semana, en Palacio Nacional, dio amplio reconocimiento, el presidente Andrés Manuel López Obrador al maestro José Pablo Robles Martínez y su esposa la señora Roselia Barajas Olea, embajadora de México en Costa Rica, quienes acompañados de sus hijos Pablo, Héctor, Mónica y Laura, recibieron la cálida recepción a toda una familia, que por más de treinta años han sido amigos y aliados AMLO, a pesar de todas las circunstancias de estar unidos siempre, sin importar el tiempo y lugar.
Todo, en el terreno de la pluralidad de siempre, en el campo de la libertad de expresión, que antes en tiempos difíciles juntos enfrentaron estoicos la persecución y represión del viejo sistema caduco de censura mediática.
Y también, de aquella clásica intolerancia, que costó muchos años para ponerle fin a través del camino democrático y dar comienzo a una era en el país, que es el de la Cuarta Transformación de crecimiento y desarrollo insospechado para todos los mexicanos.
Los grandes aportes de la familia Robles Barajas, por una lucha de pluralidad democrática en el campo electoral y de la información, hoy tiene en el presidente Andrés Manuel López Obrador, a un amigo y un aliado, que juntos resistieron a todo tipo de persecución desde el poder.
Con la más grande bandera de la izquierda, enarbolada por doña Roselia Barajas Olea, quien nunca claudico a los sueños e ideales de sus compañeros Heberto Castillo y Arnoldo Martínez Verdugo, líderes de la izquierda mexicana, de grandes contribuciones para la patria, y hoy vivas en la lucha de una causa, hecha realidad con los programas de bienestar de amplio reconocimiento mundial. Así las cosas.
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