COLUMNISTAS

Los emisarios del pasado

-Seguros de la mala memoria de los mexicanos, funcionarios del pasado regresan para volver a vivir del presupuesto

Por Ángel Álvaro Peña

Hay personas que pueden aligerar el vuelo hacia los objetivos trazados y otros que se convierten en lastre por su pasado que como lastre impide que el vuelo suceda. Hay quienes muestran esta campaña hacia 2024, como una manera de comprobar la mala memoria de la población, que todavía nadie puede comprobar que existe.

Porque al saltar de un partido a otro se muestra la falta de convicción por dejar una ideología por otra, la traición a la confianza de la población y, al mismo tiempo, la ambición por sobre las ideas políticas.

Así, desde la perspectiva de algunos partidos, la amnesia en la población del país sirve de bálsamo para tratar de fortalecer campañas en decadencia o partidos con carencias de cuadros con experiencia, con tanta trayectoria que ésta se convierte en un obstáculo para mostrar la decencia de sus protagonistas.

Así, el pasado condena a varios personajes que ahora tratan de regresar a la política como si no hubieran roto un plato y en realidad acabaron con toda la vajilla.

Empecemos por los menos conocidos, se trata de un aspirante a senador por Puebla, de Movimiento Ciudadano, que, por si fuera poco, por su turbio pasado, prefiere imitar en su publicidad a Samuel García, en todos sus anuncios de manera tal que ya no se separa de su esposa. Todo para evitar que la gente lo recuerde.

Para la campaña del poblano Ramón Fernández Solana todo será nuevo, aunque muestre en su forma de ser que es sólo un convencional burócrata. Fue secretario particular del priista Mario Marín, “el gober precioso”, acusado de pederasta, trata de personas, secuestro, tortura, desapariciones, etc.

Muy cercano a la maestra Elba Esther Gordillo, y líder del intento fallido de convertir en partido a la agrupación Redes Sociales Progresistas, que encabezaba Juan Iván Peña Neder, presidente del grupo pro nazi México Republicano, quien anunció que la ultraderecha mexicana ya está lista para respaldar una eventual candidatura independiente del actor Eduardo Verástegui para la Presidencia de México en 2024.

Otro de los personajes que se burla de la memoria de los mexicanos y que quiere borrar su pasado es Elvia Graciela Palomares Ramírez, conocida como la “señorita PRI” en Puebla, ahora es candidata de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de esa entidad, luego de haber militado en Nueva Alianza y el tricolor, aunque unos meses fue diputada federal por el Partido Verde, para luego regresar al PRI con la candidatura obtenida. Sus propuestas fueron frívolas e insustanciales como una que se hizo famosa por su carencia de trascendencia y que tenía que ver con las cirugías estéticas.

Cuando era priista organizaba revueltas con jóvenes a quienes pagaba el acarreo con cervezas.

La historia de los chapulines que basan en el olvido su actual impulso; está la directora de Conaculta durante el sexenio de Felipe Calderón, Consuelo Sáizar, quien fue adoptada por Xóchitl Gálvez para conducir el área de cultura en su campaña.

En 2002, fue directora del Fondo de Cultura Económica, cargo en el que estuvo hasta 2009 para encabezar Conaculta sin pena ni gloria.

Otra de las señaladas como tránsfuga es Lucy Meza, quien dejó las filas de Morena ante el impedimento de concursar por la gubernatura de Morelos, por comprobársele que tenía una estrecha relación con el fiscal de esa entidad, Uriel Carmona, acusado de varios delitos graves, entre ellos tortura. El PRI de inmediato la convirtió en la candidata del Frente Amplio por México para competir por el gobierno morelense.

Otro de los que adoptó Xóchitl Gálvez como pieza valiosa en su ajedrez de campaña es nada menos el ex baterista del grupo Timbiriche, Max Cortázar, a quien el periodista Jesús Lemus, en su libro, “El Licenciado”, señala como pieza clave en la sinergia de los medios con Genaro García Luna”.

En los cuatro años que fue coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia de la República con Calderón, Cortázar Lara asignó discrecionalmente 34 mil millones de pesos para los medios, de los 56 mil millones presupuestados en el sexenio, una práctica de control que materializó también en los gobiernos de Rafael Moreno Valle, en Puebla y Francisco Javier García Cabeza de Vaca en Tamaulipas.

En enero de 2015, Cortázar solicitó licencia como diputado federal para formar parte del equipo de trabajo del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle. Cortázar Lara asumió el cargo de Coordinador de Comunicación, Difusión y Promoción del Gobierno del Estado de Puebla.

Cortázar Lara, tiene experiencia también en las campañas de guerra sucia, como la que ejecutó en 2006 contra Andrés Manuel López Obrador, “Un peligro para México”, diseñada por el consultor estadounidense Dick Morris y el español Antonio Sola Reche. Estas prácticas de hacer campaña política las ejerció también con Moreno Valle y García Cabeza de Vaca, de quienes fue coordinador de comunicación social, una carrera que inició de la mano de Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo, cuñado de Calderón.

Cortázar Lara cobró 119 mil pesos al mes como titular de comunicación social del Gobierno de Tamaulipas, quien es el enlace con los medios de comunicación de la Ciudad de México para el proyecto presidencial de García Cabeza de Vaca, cuya derrota de su candidato a Gobernador, César Verástegui, alias “El Truko”, primo del actor y precandidato a la Presidencia de la República Eduardo Verástegui, señalado como un militante de la ultraderecha.

La selección de medios afines a sus políticas para otorgar publicidad durante el sexenio de Calderón, le ocasionó que al Comisión Nacional de Derechos Humanos le enviara, por lo menos, dos recomendaciones para que tuviera un trato legal con los medios.

Esta es parte de las incorporaciones recientes en la política mexicana que intentan borrar su pasado con la confianza de que los mexicanos olvidan con facilidad.

Seguirán llegando a la política del presente quienes estaban prácticamente olvidados por sus oscuras trayectorias.