COLUMNISTAS

Loa a Ricardo Franco Guzmán

Por: Alberto Woolrich

El señor licenciado don Ricardo Franco Guzmán cumple en el dos mil veinticinco, setenta y cinco años de haber obtenido la patente para ejercer la profesión de Licenciado en Derecho.  Se graduó en la Universidad Nacional Autónoma de México.   Este eminente jurisconsulto y catedrático de la Facultad de Derecho desde hace setenta años, es distinguido miembro de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, así como de diversas barras, ateneos, agrupaciones, círculos, hermandades y cofradías de abogados nacionales e internacionales; por tal motivo todos nos complacemos en reconocer y aplaudir su éxito profesional.

La toga de dignidad y probidad que le fue impuesta por su y nuestra Alma Mater, reúne en él una doble calidad de postulante y enseñante del arte del Derecho, en ambas actividades se desempeña como un gran conocedor dominante de las leyes.

Su actividad como enseñante del Derecho Penal durante sus setenta años en nuestra añorada Facultad de Derecho, siempre la ha llevado acabo con pasión y amor, lo que denota que su interés por el saber no es exclusivamente teórico, sino que mantiene el objetivo de transmitir y educar con probidad intelectual a valiosas generaciones de togados, acorde a la más alta y plena tradición de nuestras leyes patrias.

Es por ello que Ricardo Franco Guzmán, en su prolongada y exitosa carrera profesional, ha encontrado al paso una infinidad de éxitos profesionales como postulante, los cuales le han concedido un muy merecido prestigio nacional e internacional, a la vez, una reconocida calidad como catedrático, la que se pone de manifiesto en las décadas de actividad docente.

Don Ricardo Franco Guzmán es, a la par, un brillante conferencista y tratadista al que nadie podrá igualar.  En una época de su resplandeciente labor profesional fue también el más sobresaliente Subprocurador General de la República que ha existido, así como el abogado de confianza de múltiples sedes diplomáticas asentadas en esta Nación y consultor jurídico de diversos gobiernos extranjeros.

El ateneo de estudios jurídicos penales estima que resulta de estricta justicia, elevar una loa a tan distinguida toga e invitar con ello a la Universidad Nacional Autónoma de México para que públicamente se le reconozcan, una vez más, sus méritos por tan elevada calidad jurídica, ya que, los valiosos frutos de su erudición y experiencia bien lo merecen.

Desde el año de mil novecientos sesenta y cinco, tuvimos el privilegio de saber y reconocer del prestigio que goza.  Ricardo Franco Guzmán, para los que fuimos sus educandos es el ejemplo profesional a seguir. En virtud de sus conocimientos múltiples generaciones han conquistado el amor por el Derecho Penal.

Con pluma y tinta plagada de emociones y no obstante los años transcurridos y las mutaciones que por el tiempo se han aportado, jamás se ha alterado la admiración y cariño para tan destacado catedrático.

Ojalá que nuestra Alma Mater ofrezca otro reconocimiento a ese talento.

Es cuánto