Las importaciones de carne, granos y fertilizantes, al alza
Durante 2023 los productores de granos en el país resultaron afectados por el descenso en los precios en que les pagaron sus cosechas y una caída en la producción, a lo que se sumó un incremento en las importaciones, sobre todo en maíz y frijol, indican datos oficiales y de analistas. Ante ello, se prevé que este año baje aún más la producción y se dificulte llegar a la soberanía alimentaria.
El problema del precio de las cosechas afectó en forma generalizada a los granos, debido a la baja de las cotizaciones internacionales. Los agricultores de maíz vendieron hasta en 30 por ciento menos sus cosechas con los intermediarios respecto a lo que pagó Segalmex, con pagos de entre 4 mil 500 y 5 mil pesos la tonelada, pero en octubre fue 12.8 por ciento respecto a 2022, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Los productores de trigo panificable, al mismo mes, vendieron en 39 por ciento menos que en 2022, con un promedio de 5 mil 100 pesos por tonelada, y en el caso del trigo cristalino, que se utiliza en la elaboración de pastas o sopas secas, el precio bajó en 29.9 por ciento respecto a 2022, mientras la producción cayó en 10.3 por ciento, agrega el organismo en un reporte del 1º de diciembre.
Al mismo tiempo crecieron las importaciones de granos, sólo en el frijol las compras al exterior fueron tres veces más altas, al pasar de 84 mil toneladas hasta noviembre de 2022, a 263 mil al mismo mes de 2023, y las de trigo crecieron en 6.9 por ciento, indica información del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). En maíz las compras en los primeros 11 meses del año pasado fueron 16.9 por ciento más que 2022, con alrededor de 18.2 millones de toneladas, reportó.
En el caso del sorgo, en octubre tuvo un precio para el productor de 4 mil 860 pesos por tonelada, una caída de 30 por ciento respecto a 2022, indica el SIAP. Agrega que en relación con la producción, en el arroz se dio una caída de 19.8 por ciento y las importaciones descendieron en 4.3 por ciento.
Sumado a ello, ante la sequía que durante 2023 afectó a gran parte del territorio nacional, se prevé una caída en la producción de maíz, y en Sinaloa, el estado con mayor producción del grano, bajará de 6.4 millones de toneladas del ciclo otoño invierno 2022/23 a entre 4.6 y 2.6 millones de toneladas en el ciclo 2023/24, señala el GCMA. La consecuencia de esto es que México se alejaría aún más de la autosuficiencia alimentaria
, sostiene.
A los problemas de comercialización, se suma un proceso de reconversión de la superficie cultivada con granos a berries, consideró Alvaro López, líder de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas. Sostuvo que hay una ausencia de protección y de programas que contribuyan a fomentar la producción y la productividad en un sector que es vital para la generación de alimentos del país.
Confió en que el actual gobierno y el siguiente rectifiquen en la política de desarrollo rural porque es muy grave que habiendo ofrecido que se trabajaría en lograr autosuficiencia y soberanía alimentarias, hoy seamos un país más dependiente, porque casi todo lo importamos: 56 por ciento de lo que está en la mesa es importado, esto contraviene criterios como el de la FAO que dice que los países deben de producir cuando menos 75 por ciento de lo que consumen
.