COLUMNISTAS

LA TRAICIÓN

Los electores que dieron su voto a los dos candidatos a la senaduría por el PRD, -Araceli Saucedo de Michoacán y José Sabino Herrera de Tabasco-, lo hicieron en contra de Morena y sus aliados.

Sus electores vieron en ellos a los futuros legisladores que frenarían en el Senado al proyecto de la 4T. Es más, José Sabino construyó su narrativa electoral criticando a los legisladores chapulines, -que cambian de partido-, así como a las propuestas de Morena.

Sin embargo, al llegar al Senado, -argumentando la desaparición de su partido el PRD que perdió su registro durante las pasadas elecciones-, ambos se integraron al partido contra el cual compitieron, dándole así a MORENA dos valiosos escaños que están a punto de darle la  mayoría calificada que les permitirá controlar el futuro del país de modo autocrático.

Conviene recordar: ¿a quién pertenecen estos escaños? … ¿a los electores que les dieron su voto, o a los mismos legisladores?

A final de cuentas los legisladores son los beneficiarios del voto y representan los intereses, esperanzas y expectativas de los ciudadanos que confiaron en ellos.

Por tanto, un cambio de partido tan radical representa una traición a la confianza de su electorado.

Ambos podían haber permanecido como independientes y cumplir con independencia de criterio la encomienda que les dieron los electores que les llevaron al Senado.

La falta de valores morales es hoy, -y siempre ha sido-, la mayor debilidad de nuestro sistema político, que a partir del pragmatismo propio de nuestra idiosincrasia se vuelve proclive a las componendas, los arreglos y por supuesto a la corrupción.

Mientras no se legisle como parte del derecho electoral la jurisprudencia respecto a los derechos y obligaciones de los legisladores que llegan al Congreso a partir del voto popular, los ciudadanos no lograremos tener la certeza de que nuestro voto será respetado siempre, por encima de los derechos de los beneficiarios del cargo.

La política mexicana es proclive al abuso y a las canonjías que se derivan de la opacidad.

Sin embargo, desde los tiempos del presidente Miguel De La Madrid ya estaba presente el tema del combate a la corrupción, que en este gobierno de la 4T se ha convertido en el eje de la narrativa electoral.

Sin embargo, mientras no exista un marco moral que garantice la actuación ética de los legisladores, será imposible dar a nuestra vida nacional una garantía de justicia y equidad que es lo que hasta hoy ha movido el voto popular.

Mientras tanto, los ciudadanos no debemos dejar pasar este atraco a los derechos del votante perpetrado por los nuevos senadores tránsfuga que cooptó MORENA, escaños que no les corresponden ni a ambos legisladores y menos aún a MORENA.

La moralización de nuestra política es fundamental para poder construir un mejor país.

¿A usted qué le parece?