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LA REFORMA JUDICIAL ESPERADA

La reforma judicial que ha pretendido imponer MORENA en el Congreso ha dividido a México. Es una reforma que navega en la indefinición: hace creer al pueblo que cambiará el modo en que se administra la justicia y a partir de ella, ya no habrá corrupción ni los vicios procesales que aquejan y lastiman a este a país.

Esta propuesta que parece ser una reforma tan drástica que limpiará de corruptos al país, -despidiendo a todos los que hoy conforman el sistema de impartición de justicia-, y que dará a los ciudadanos la oportunidad de elegir a los nuevos impartidores de justicia, no es más que una falacia que pretende dar a esta reforma una fachada muy democrática.

Sin embargo, quienes entendemos un poco el tema sabemos que eso no sucedería así, pues el ámbito local de impartición de justicia quedará intacto del mismo modo que todas las fiscalías, donde están los ministerios públicos y las terribles corporaciones policíacas conformadas por “agentes ministeriales”, que es donde se dan las mayores violaciones a los derechos humanos.

Sin embargo, rechazar la actual reforma propuesta desde “Palacio Nacional”, no impide el convencimiento y la convicción de la urgencia de instrumentar una verdadera reforma judicial integral, a fondo, que impacte a todos los organismos locales de justicia distribuidos a lo largo de todo el país, y a todas las fiscalías.

Es urgente llevar adelante esa reforma integral de modo impostergable, para reconstruir la administración de la justicia y el combate a la delincuencia.

De la administración de la justicia deficientes, se derivan graves problemáticas de este país, -como lo son el sistemático abuso en contra de los derechos humanos y la corrupción-, que ha agraviado siempre al pueblo de México.

Sin embargo, en las últimas semanas se ha puesto el tema de la justicia como una prioridad y ello impulsará que por primera vez este tema se convierta en prioridad nacional.

El alto índice de impunidad, -que alcanza al 98% de los delitos que se cometen en México-,  queda sin castigo, y por ello se estimula la violencia, que se ha convertido en el problema social más grave de este país.

Por tanto, el rechazo a la actual reforma que quieren imponer autocráticamente MORENA y el presidente responde a que ésta no es más que una simulación para permitir la concentración de más poder para el Poder Ejecutivo, pero es impostergable instrumentar la otra, la verdadera reforma judicial integral y profunda.

¿A usted qué le parece?