La guerra mediática en el conflicto de Gaza
Por: Ricardo Homs
En un mundo inestable como el actual, -dominado por las emociones públicas-, la interpretación por parte del público de los graves acontecimientos termina generando actitudes superficiales y frívolas, como si se tratase de sentir simpatías por un equipo de futbol u otro.
Manifestaciones ciudadanas en Roma, Barcelona y Londres, -por citar algunas ciudades cristianas europeas-, a favor de Hamás y el Estado Palestino parecen confundir lo uno con lo otro.
Uno es el problema político por el control del territorio, que ha sido el conflicto tradicional entre Palestina e Israel desde la creación de este segundo país al final de la segunda guerra mundial. Por otra parte los grupos terroristas, que con base a la violencia irracional generan conflictos.
El conflicto de Hamas con Israel no es una guerra directa como la de Rusia contra Ucrania, pues Hamas no es parte de la estructura formal del Estado Palestino y en estricto sentido, pone en riesgo, -como escudo humano-, al mismo pueblo palestino que sufre las consecuencias.
Hamas es una organización palestina protagonista del conflicto en la región de Oriente Medio, especialmente en la Franja de Gaza. A fines de la década de 1980, adquirió presencia pública.
En esta lucha no hay buenos ni malos… Gobiernos como el de Netanyahu, -primer ministro israelí-, han cometido abusos contra el pueblo palestino porque la comunidad internacional lo ha permitido, así como la ONU y hoy es el momento de recomponer la relación.
Grave descuido no haber dado seguimiento a los “Acuerdos de Oslo”, realizados en Noruega en 1993, -hace 30 años-, entre el gobierno de Israel, -encabezado por Isaac Rabin-, y la Organización para la Liberación de Palestina, -representada por Yasser Arafat-, con el apoyo de Estados Unidos, gobierno presidido por Bill Clinton. Sin embargo, hubo desidia para darle seguimiento, lo cual hoy debemos lamentar.
El fanatismo de los grupos terroristas es irracional y no tiene límites. Además, representa un grave riesgo. Tener el respaldo de Irán y Rusia dan a ese problema regional de la Franja de Gaza un estatus de estado de alerta, que puede desembocar en una conflagración mundial. El mesianismo religioso en el contexto del terrorismo es una bomba de efecto imposible de dimensionar, pues su crueldad no tiene límites.
Como referencia no debemos olvidar el caso de ISIS, -otro grupo terrorista islámico similar a Hamas-, que decapitó a periodistas y rehenes de nacionalidad norteamericana o europea y las documentó en videos que difundió en redes sociales.
Un breve análisis nos mostrará el perfil de los grupos terroristas como Hamas.
Hamas, cuyo nombre en árabe significa «fervor» o «entusiasmo», fue fundado en 1987 durante la Primera Intifada, un levantamiento palestino contra la ocupación israelí en los territorios palestinos. Originalmente, la organización se estableció como un ala militar de los Hermanos Musulmanes en Palestina.
Hamas se formó con el propósito de resistir la ocupación israelí y luchar por un Estado palestino independiente en los territorios ocupados por Israel, incluyendo Cisjordania y la Franja de Gaza. Además de sus objetivos nacionalistas, Hamas también tiene una plataforma islámica y se adhiere a una interpretación radical del islam.
A lo largo de su historia, Hamas ha utilizado una variedad de métodos para resistir la ocupación israelí, incluyendo ataques con cohetes, atentados suicidas y enfrentamientos armados. Esto ha llevado a un conflicto continuo con Israel y ha causado la muerte de civiles de ambos lados.
En 2006, Hamas participó en elecciones legislativas palestinas y sorprendentemente ganó una mayoría en el Consejo Legislativo Palestino. Esto llevó a la formación de un gobierno liderado por Hamas en la Franja de Gaza, mientras que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), liderada por Fatah, mantuvo el control en Cisjordania. La división entre Hamas y Fatah ha llevado a una lucha política interna en los territorios palestinos.
Después de que Hamas tomara el control de la Franja de Gaza en 2007, Israel impuso un bloqueo a la región, lo que ha llevado a un aislamiento económico y humanitario. Esto ha generado conflictos intermitentes, con Israel lanzando operaciones militares en Gaza en respuesta a ataques con cohetes y otros actos de violencia.
A lo largo de los años se han llevado a cabo varios intentos de mediación y reconciliación entre Hamas y Fatah para lograr un gobierno unificado en los territorios palestinos, pero no se ha logrado.
La historia de Hamas es compleja y sigue siendo un factor importante en el conflicto israelí-palestino. Sus actividades y relaciones con otros actores regionales, como Irán, Qatar y Egipto, han influido en su papel en la política de la región.
Hoy vemos que este complejo problema se radicaliza entre las sociedades occidentales con argumentos subjetivos y emocionales que circulan en las redes sociales, otorgando a Hamas la representación de todo el Estado Palestino en la mente del imaginario colectivo internacional.
Entre gobiernos siempre podrá haber mediación y llegarse a acuerdos, pero nunca con un grupo terrorista como Hamas.
Debemos impulsar la toma de conciencia respecto a la identidad de los grupos terroristas y los riesgos que representan.
¿A usted qué le parece?