COLUMNISTAS

La frivolidad pública y las tragedias

La forma frívola en que se calificó a doña Carlota en las redes sociales y la prensa,  “abuelita de Chalco”, esconde  las grandes tragedias que hoy se viven en el país.

No se puede justificar la venganza por propia mano, pero tampoco se puede ignorar el contexto detrás de estas grandes tragedias.

En un país donde el Estado de Derecho vive una crisis que parece ser que se agravará cuando la mitad de la infraestructura humana y profesional del Poder Judicial sea sustituida por los ganadores de una frívola elección judicial, el caso de doña Carlota nos alerta sobre los problemáticos tiempos que vienen.

En México la propiedad privada está estigmatizada y por ello de forma frívola aumentan los casos de despojo de bienes raíces por parte de organizaciones criminales protegidas desde algunas oficinas de gobierno.

Doña Carlota, víctima de despojo, no encontró justicia ni aún levantando denuncias ante el MP.

Los grupos delincuenciales que realizan invasiones de tierras de cultivos y de predios urbanos deben tener toda una red de colaboradores, desde policías que se hacen de la vista gorda, agentes del Ministerio Público, notarios y seguramente políticos que les protegen. Es más, desde hace tiempo los grupos invasores se afilian a un partido político de modo organizacional para tener impunidad, pues crean un membrete político que hable de justicia social, lo cual esconde el verdadero fin delincuencial.

El Estado de Derecho existe, pero cada vez más debilitado y en algunas regiones del país es inexistente cuando algún cartel toma control absoluto de una zona o región y se convierte en “la autoridad”.

Imposible olvidarnos del cártel para el despojo de inmuebles  que operaba en Nayarit  en tiempos del Fiscal Edgar Veytia. Se cuentan historias aterradoras de tortura que aplicaba este cártel para obligar a ciudadanos a ceder valiosas propiedades. Se debe evitar que esto vuelva a suceder.

Es urgente atender con prontitud las denuncias de invasiones de predios, urbanos y rurales antes de que crezca esta tendencia.

La tendencia a aplicar justicia por propia mano, como sucedió con la “abuelita de Chalco”, ya que esto es producto de la desesperación por la impunidad que prevalece con respecto a los delitos. Según la organización “México Evalúa” el índice de impunidad en 2022 fue de 96.3%

Creciente también es la tendencia a los linchamientos, que en todo México, según una investigación de la UAM, de 2016 a 2022 se intentaron 1,619 casos, de los cuales se llevaron a cabo 1,423.

La impunidad en diversos delitos estimula que se exacerben los ánimos y se llegue a la “justicia por propia mano”.

¿A usted qué le parece?