COLUMNISTAS

La corrupción salió del clóset

 

Por Ángel Álvaro Peña

Terminó el periodo de prueba, de solapar, de evaluar. Ahora es tiempo de señalar y responsabilizar a los colaboradores del Presidente de la República que anteriormente, sin miramientos de ninguna especia, consideraba que eran honestos a pesar de que contradecía la percepción de la población.

Andrés Manuel López Obrador reconoció públicamente, en Tabasco, su tierra natal, que hay corrupción en la administración pública actual. Lo cual representa un avance en el difícil trayecto político de la Cuarta Transformación.

La realidad es que había una contradicción que afectaba al gobierno, a la 4T, a Morena, a la población y al país y que consiste en que la población percibía, de manera directa y muchas veces afectada, este tipo de conductas, cómo funcionarios públicos cometían actos de corrupción y luego, en la siguiente visita del Presidente, éste les levantaba la mano como paladines de la honestidad. Este desgaste que duró poco más de 4 años, por fin termina y debe señalarse ahora, luego de más de la mitad del sexenio transcurrido, a los culpables para que sean retirados de sus cargos y castigados.

Sólo así podrá creerse que la lucha contra la corrupción va en serio. Porque López Obrador afirmó que es en los altos niveles de gobierno donde se ha erradicado la corrupción, puede ser cierto; sin embargo, el contacto del grueso de la población es con funcionarios menores, con mandos medios, con niveles burocráticos de bajo nivel.

El Presidente afirmó: “Porque la corrupción se da de arriba para abajo, no es cierto que sea de abajo hacia arriba, es de arriba para abajo. Entonces, no se permite la corrupción arriba, se ha avanzado mucho. O para decirlo en términos coloquiales, puede seguir existiendo, y ojalá y se termine la ‘mordida’, pero ya no hay tarascadas, porque antes era robo, pero al por mayor”.

Pero la práctica de la corrupción no sólo se mide por niveles, sino por distancias. Esto quiere decir que el Presidente debió decir que la corrupción no existe en el gobierno central, pero basta y sobra que haya 300 kilómetros de por medio, para ver que la corrupción no sólo sigue igual que siempre sino crece.

Es decir, para la población la corrupción sigue igual porque el agente de tránsito estatal y municipal, Fuerza Civil, Policía Estatal, y todo lo relacionado con la seguridad, donde hay hijos de subsecretarios, juniors y todo tipo de nepotismo que es una expresión burda de la corrupción. Es ahí donde hay cuotas y moches, además del que cobra los impuestos, el que impone multas, el que otorga permisos sigue teniendo la misma conducta que sus antecesores.

 

 

El Presidente aseguró, garantizó, que hay mordidas, pero se terminaron las tarascadas. Tal vez quiso decir que, para los grandes permisos de suministro eléctrico, de agua, de construcción se terminó con las sociedades forzadas de los empresarios y deben pagar sus derechos íntegros, y pagar los impuestos que le corresponden.

Lo cierto es que, para la población, la práctica de la corrupción continúa y crece. Hay estados en los que gobiernan los familiares. Los primos incómodos, los novios, las suegras, hijos, y el poder se diluye hasta desaparecer en actos de completa corrupción que no sólo basta con exhibir y despedir a los culpables, sino que deben ser castigados.

Si esto es en los gobiernos estatales habrá que conocer el sentir de los habitantes de los municipios y de las tareas que cada uno de esos municipios desarrollan con poca claridad.

Y ya que el Presidente sacó del clóset a la corrupción en los niveles medios y bajos, se hace necesario que se cree una comisión que investigue las denuncias que la población pudiera expresar en buzones, correos electrónicos, WhatsApp, hasta cartas y telegramas. De otra manera, nadie va a creer que se quiere erradicar este mal que fue una de las causas por las que Morena y su Presidente llegaron al poder.

La gente está cansada de que el Presidente hable bien de la reputación de algunos funcionarios, incluso gobernadores, que la población conoce a la perfección sobre todo en su imperfección, al verlos actuar como verdaderos delincuentes.

Pero la corrupción no termina en los gobernadores, sino que se extiende a los secretarios de gobierno, secretarios subsecretarios. Entre unos y otros reparten cargos a lo largo y ancho de su administración para repartir el botín, producto de la corrupción. Pero lo que indigna es el hecho de que al Jefe del Ejecutivo siga considerando gente honesta a los que la población ve, con sus propios ojos, cometer actos de corrupción.

La gente consideraba que el Presidente estaba equivocado o lo engañaban respeto a la práctica de la corrupción. Si sabía y no decía engañaba a la gente, si acaso no sabía de estos delitos se le ubicaba como un ingenuo que debiendo ser la persona mejor informada del país, desconociera un asunto tan grave. Sobre todo, porque fue una de sus promesas de campaña.

Así, afirma que no hay corrupción en los altos niveles de la administración, que no hay moches millonarios que se iban a los bolsillos de los secretarios de Estado y de los subsecretarios, pero esto no quiere decir que el resto de la burocracia esté libre de toda culpa.

Es tiempo de hacer limpias en la administración pública, caiga quien caiga. Para que el proceso su depuración no caiga en el tortuguismo del Poder Judicial, debe crearse una comisión ciudadana que enlace a la población que denuncia con instancias que castiguen de manera ejemplar, a los malos funcionarios públicos. Se trata de una medida urgente en el actual sexenio, porque de otra manera esta promesa que fue muy importante en el triunfo electoral pueda concertarse y no quedarse pendiente como un monstruo que no pudo vencerse.

 

PEGA Y CORRE

A propósito de Veracruz, la presidenta del Colectivo Justicia y Dignidad Veracruz, Lidia Lara Tobón, informó que se registran diariamente cinco desapariciones de personas en la entidad, la mayoría son jóvenes. La activista aseguró que, en lugar de bajar el número de desaparecidos, crece… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

A todos nuestros lectores y amigos les deseamos una Feliz Navidad y que sus deseos se hagan realidad. Un abrazo y mi agradecimiento.