La carroña política de Veracruz
Por: Luis Ramírez Baqueiro
“Madurez es lo que alcanzo cuando ya no tengo necesidad de juzgar ni culpar nada ni a nadie de lo que me sucede.” – Anthony de Mello.
En todas las familias siempre alguien se distingue no precisamente por su bonhomía, por el contrario, se le identifica más por su carroña, lo que lo hace muchas veces impresentable.
Algo así parece estar sucediendo en algunos partidos políticos, en donde el pleito por las postulaciones a los cargos en disputa está a todo lo que da.
El primero de esos casos se da en Morena, en donde se ha logrado saber que cuando los aspirantes a Coordinadores Estatales de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación fueron llamados a la Ciudad de México por el dirigente nacional Mario Delgado Carrillo para la firma de un acuerdo donde se comprometían todos a respetar y respaldar al vencedor, uno de los aspirantes no acudió.
El regordete personaje optó por la opción de enviar un representante, así, en caso de no ser favorecido en el resultado, como todo parece indicar, poder hacer todo un escándalo, sin tener la limitante de haber firmado el acuerdo de civilidad política.
Fue precisamente uno de los aspirantes a Coordinador Estatal de la Defensa de la 4T quien en entrevista reveló el nombre del carroñero, así se supo que Eric Patrocinio Cisneros Burgos no se adhirió a la propuesta e instrucción de su partido.
¿Por qué? sería la pregunta.
Aunado a su determinación llega la noticia desde el pleno del Consejo General del INE que por paridad serán seleccionadas por los partidos políticos a las y los candidatos en proporción de 5 mujeres a 4 hombres, abriendo la posibilidad a que Veracruz tenga su primera mujer gobernadora.
Al menos, las encuestas difundidas por empresas serías señalan que, en Morena, Rocío Nahle García encabeza las preferencias, lo que más habría enchilado al pseudo literato veracruzano, que ahora no sabe ya, ni a donde se tendrá que ir, pues en su partido no tiene cabida, resultado de esa actitud arrogante, prepotente y hasta amenazante de pretender hacer política que lo ha literalmente excluido de toda posibilidad por encabezar la candidatura morenista al gobierno de Veracruz.
Pero este caso no es el único, al menos en otro partido la aparición de la carroña no se ha hecho esperar.
Lo sucedido en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en donde su dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, el famoso “Alito” volvió hacer de las suyas al imponer sin consultar a la militancia veracruzana a una nueva dirigencia que simplemente no representa a los verdaderos priistas veracruzanos.
Faltos de empatía y preocupados por lograr generar cierta representatividad, la actual dirigencia ataca sin menos cabo a su coordinadora parlamentaria en el Congreso Local, Anilú Ingram Vallines quien, ante el evidente albazo, simplemente cuestionada al respecto, señaló que estaba en un proceso de introspección y reflexión dentro de su partido.
Suficiente para que se le vinieran encima con argumentos tan falaces e inexactos, desdorando la lucha feminista que entre mujeres debiera ser condición “sine qua non” de no agresión entre ellas.
Pero siempre habrá como todo en la vida un roto para un descosido, y siempre volverá la máxima de un veracruzano carismático, como el tuxpeño César Enrique Garizurieta Ehrenzweig, conocido como el famoso “Tlacuache” quien afirmaba: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Así que con tal de no perder la chambita o el encargo algunas personas han optado por irse a fondo en la descalificación y en la denostación, pidiendo incluso la expulsión del partido a quien pudiera por determinación del mismo INE ser la abanderada del priismo veracruzano para encabezar el Frente Amplio por México.
¿A quién no le conviene que Anilú Ingram pudiera ser la abanderada de su partido?
Posiblemente algún político varón, que vería con ello, perdida su posibilidad de transitar hacia el Palacio de Gobierno, muy probablemente, ahora nada más será cosa de jalar la hebra de la madeja, que lleve a esa fémina que salió con todo a descalificar a su compañera de partido y ver si los caminos no conducen al Valle de Perote.
Al tiempo.