Karla Planter asume rectoría de la UdeG
La llegada de la rectora Karla Planter, quien tomó posesión este martes como la primera mujer en ocupar ese cargo en la historia de la Universidad de Guadalajara, abrió oficialmente las puertas a lo que el gobernador Pablo Lemus llamó una nueva era en las relaciones entre ambas entidades, luego de los “tiempos difíciles” que tensaron la relación durante los recientes años.
Prácticamente todo el sexenio pasado encabezado por Enrique Alfaro, del partido Movimiento Ciudadano -al igual que Lemus-, el entonces gobernador tuvo una abierta confrontación con la UdeG y sus directivos, en especial contra el ex rector Raúl Padilla -quien murió en 2023-, lo que provocó que los universitarios realizaran más de 100 marchas en reclamo de respeto a su autonomía.
“Hoy inicia una nueva era, una nueva relación entre el gobierno de Jalisco y la UdeG. Va a ser una nueva relación de respeto, trabajo, resultados conjuntos. Rectora Karla Planter, será un honor hacer equipo contigo”, cerró su discurso Lemus, luego de señalar que también estaba convencido que esta relación honrará “el legado de un gran ser humano, amigo y comprometido con Jalisco y con México que fue el licenciado Raúl Padilla López”.
A su vez, en su discurso y con el auditorio Telmex de la UdeG repleto, la rectora entrante destacó entre sus primeras acciones la construcción de una red de hospitales civiles en las regiones de Jalisco y se comprometió con la presidenta Claudia Sheinbaum a contribuir en su propósito de generar 300 mil nuevos espacios en educación superior en el país.
“Vamos a trabajar en convertir a la UdeG en una universidad más igualitaria e incluyente, que respete y acepte la diversidad. Mi objetivo es que al terminar mi rectorado tengamos una estructura paritaria en el consejo de rectorías y en el Sistema de Educación Medida Superior”, dijo.
“Al fin las mujeres ocupamos los espacios que por derecho natural y legal nos corresponden. Hoy es legislado, aceptado y promovido lo que para el sentido común siempre ha sido obvio: que somos tan capaces, o tan incapaces como cualquier ser humano, y que en función de ello es legítimo y deseable nuestro acceso a posiciones laborales y de preeminencia pública”, agregó.