COLUMNISTAS

¡¡¡Jamás hicieron nada!!!

Para muchos gobernantes, autoridades y políticos afines al neoliberalismo y la Cuarta Transformación de la Nación, el concepto de la palabra corrupción se encuentra inmerso en su forma de pensar. En la historia jurídica vinculada al tema, se pueden encontrar diversos ejemplos que ponen clara muestra y acento de ese deleznable trama.

En el medio de procuración, impartición y administración de justicia, durante esas dos infames épocas políticas, la desmedida sed de riqueza, abuso de poder, insana interpretación de la norma Constitucional y dependencia a otros Poderes de la Unión, constituyeron los obstáculos más importantes para el hacer de honorables servidores públicos, los cuales en aquél entonces laboraban en la Procuraduría General de la República. El poder de la corrupción, en contra de su voluntad, les impidió actuar con lealtad a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Existieron múltiples casos que hicieron centrar la atención de académicos en aquellos funcionarios desleales con sus obligaciones políticas y jurídicas, quienes a la vez traicionaron a la justicia, con sus acciones y omisiones a cambio de dádivas cuantiosas o prebendas de índole político.

Manuel Solares Mendiola –por ejemplo—puso el dedo en la llaga, con multitud de acentos en el mal actuar de las autoridades, las cuales a cambio de recibir esos o aquellos beneficios o prebendas se dedicaron a corromper su función pública en contra de lo estipulado por el Pacto Federal. Sin duda, esos ejemplos señalados por tan ilustre politólogo recogieron casos muy típicos de corrupción en la época del neoliberalismo. En la actualidad la abogacía independiente se atreve a recordar que Ernesto Zedillo Ponce de León, en algún momento expresó: “el poder del narcotráfico ha invadido nuestras instituciones de procuración de justicia”. Los políticos, autoridades y gobernantes no hicieron nada, ni en la actualidad han hecho algo.

Otros enfoques, en relación a ello, se centran en lo expuesto por Don Ediie Varon Levy, quien sostiene “funcionarios públicos, en su momento maximizaron los beneficios de la corrupción, concibieron sus togas como un gran negocio”.

Esos burócratas de corrupción que se prestaron en el ayer a proteger a la narco-política, a cambio de prebendas, causaron una mala imagen a la justicia.

Para la abogacía independiente de la Nación, el daño que produjo la corrupción en el entorno de procuración e impartición de justicia, atentó y atenta contra la legitimidad del Estado.

¿Podrá la Presidenta Constitucional cambiar el rumbo de México?.

Es cuánto.