COLUMNISTAS

El rey del fango

Por Ángel Álvaro Peña

Cuando se escucha la noticia de que la gente no está contenta con el rey de su país, pareciera que estamos hablando de la Edad Media; sin embargo, se trata de una información que ocurre en pleno siglo XXI, en España, en un continente bien denominado Viejo Mundo porque pareciera ser un viaje al pasado lo que ocurre allá.

Cuando algunos analistas de Europa comentaron que no invitar al Rey Felipe VI a la toma de posesión, porque nunca contestó una carta del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, marcaría el principio del fin de la monarquía española, para algunos era aventurado el comentario, atrevido, exagerado; sin embargo, dentro y fuera de España el repudio a una corona identificada más por la corrupción que por la generosidad de la nobleza, se intensifica, empezado por los habitantes del propio territorio español.

Este domingo en Valencia, los reyes de España y el jefe de gobierno Pedro Sánchez, fueron recibidos por los damnificados de las intensas lluvias en Paiporta, con bolas de lodo y gritos de “asesinos” y “dimisión”.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, supuestamente de izquierda, ya que pertenece al PSOE, apoyó hace unas semanas, al rey ante la negativa de dar respuesta de la carta que dirigió el ex presidente López Obrador para que se disculpara por las atrocidades de la conquista, sino que carece de apoyo social en España, de legitimidad, ya que llegó a ese cargo por una coalición forzada, de diferentes fuerzas partidistas, por lo que no goza de sustento social, lo cual no sólo debilita al gobierno sino a la rancia nobleza de su país.

Lo insultos variaron y desencadenaba más furia la actitud del monarca, así podía escucharse en los videos: “asesinos”, “parásitos”. “hijos de puta”, “fuera”, “miserables” y “dimisión”, entre otros.

El número de muertos superó los 215, la mayoría en Comunidad Valenciana, de Castilla-La Macha y de Andalucía.

La comitiva estaba encabezada por Felipe VI, y por los presidentes del gobierno español y del valenciano, Pedro Sánchez y Carlos Mazón, respectivamente. Tras cinco días de reclamar por todas las vías más ayuda para acometer las tareas de rescate, los vecinos y damnificados de Valencia estallaron y mostraron su descontento de manera violenta con gritos por el recorrido. Pedro Sánchez, habitualmente incondicional de la nobleza española, en lugar de acompañar al rey y la reina, regresó al vehículo en el que había llegado, el cual quedó inservible al ser maltratada con piedras y palos por los habitantes.

A pocos minutos de iniciar el recorrido los vecinos agredieron con bolas de lodo, a grado tal que debieron suspender la visita y cargas policiales contra los vecinos.

Los damnificados por las lluvias torrenciales vienen denunciando desde hace cinco días el desamparo, que se ha exacerbado por la falta de diligencia en las ayudas y a la batalla partidista que han mantenido el gobierno central y el autonómico por atribuirse la responsabilidad del operativo. Miles de personas permanecen incomunicadas o pendientes de que las autoridades acudan a levantar el cadáver de algún familiar muerto durante las lluvias torrenciales o que les lleven, aunque sea una botella de agua o un trozo de pan. Además de la urgencia en limpiar las casas y las calles del lodo acumulado para evitar que se propaguen enfermedades infecciosas.

Se anunció que a partir del lunes 4 de noviembre las lluvias volverán a intensificarse en esa zona, las consecuencias caerían sobre el lugar agravando, aún más, las condiciones de los habitantes.

Contrariamente a los que sucede con el gobierno, la sociedad ha empezado a velar por los afectados y, hasta el momento es la única ayuda que han recibido, a pesar de la visita del rey. Porque los guardias en lugar de ayudar a los damnificados se dedicaron a proteger a los reyes de las bolas de lodo.

Desde el rechazo de Claudia Sheinbaum a invitar a este atroz personaje, que ha agredido y despreciado a mandatarios de América Latina, retando protocolos patrios y políticos, con una prepotencia que raya en la violencia.

Los reyes aseguran ser elegidos de Dios y son enemigos naturales de la democracia, donde el pueblo escoge a sus gobernantes. La tradición que perdura en algunos países los convierte en una muy costosa figura de ornato, que ya no sirven ni como parte del turismo sino como un sector parasitario de la política contemporánea.

La popularidad de mandatarios como Claudia Sheinbaum y su postura sobre las monarquías ha servido de inspiración a algunos españoles e ingleses para repudiar esta tradición que sólo crea una burocracia divina, con fondos que debieran ser destinados a la población, principalmente a la parte más vulnerable, como es el caso de los afectados de los desastres naturales.

FactoMétrica dio a conocer este 1 de noviembre los resultados en torno al grado de aceptación de Claudia Sheinbaum con un 77 por ciento de aprobación, luego de haber puesto en marcha su proyecto de nación.

Además, en las últimas semanas se acerca a la puntuación que mantiene el mandatario más apoyado dentro y fuera de India que es Naendra Modi, quien ostenta el primer lugar entre los dirigentes del planeta.

Las monarquías viven sus últimos días, no son tiempos de sostener duques ni marqueses, en medio de un mundo que evoluciona a pesar de los lastres que significa su existencia.

PEGA Y CORRE.- Debe notarse que en este sexenio, como sucedió en el anterior, las decisiones de empresarios y políticos mexicanos no esperan los resultados electorales de Estados Unidos para invertir o tomar decisiones. Existe la misma distancia entre la Casa Blanca y el Palacio Nacional que antes, pero ahora, más que nunca, hay respeto y autonomía…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.