COLUMNISTAS

El poder del contexto y las circunstancias en la política

En política no hay nada escrito, pues hay variables que generalmente están fuera de nuestro control.

Nadie se hubiera imaginado que para las grandes figuras del partido en el poder se complicara su posición precisamente cuando MORENA tiene mayor control sobre el país. Sin embargo, la globalización y la tecnología han cambiado radicalmente el contexto, haciéndolo inescrutable e ingobernable.

Adán Augusto nunca se imaginó quedar evidenciado con el caso Bermúdez Requena, ni tampoco los actores del fraude del huachicol fiscal, dos hechos que hoy están fuera de control para el Estado Mexicano.

El tercero puede ser la renegociación del T Mec en 2026, proceso en el cual habrá un protagonista que intentará imponer las reglas.

Nadie puede dudar de la lealtad de la presidenta Sheinbaum para con su padrino político, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, las circunstancias y el contexto pueden ser determinantes para influir en lo que suceda en el futuro.

La globalización y la tecnología han propiciado la transparencia. Hoy nada puede quedar oculto por mucho tiempo, aunque se pretendan esconder las malas decisiones y las acciones perversas realizadas en ese sexenio, pues ya se están evidenciando.

Hasta hace treinta años el poder presidencial era ilimitado, en un país cerrado al mundo como lo era México.

A López Portillo le bastó con cerrar los bancos un fin de semana para consolidar una expropiación que impactó al país y así tomar control de todo el sistema financiero nacional.

Sin embargo, doce años después unas declaraciones desafortunadas del secretario de hacienda Serra Puche, -frente a empresarios-, propiciaron una crisis financiera que desestabilizó a México.

El presidente Zedillo inició su gobierno con una crisis que sólo por su gran talento y conocimientos como economista pudo controlar y entregar finanzas sanas a su sucesor.

El contexto ha sido el fiel de la balanza durante los últimos sexenios, -excepto durante el de López Obrador-, quien se negó a participar en el contexto global y se encerró en su pequeño mundo, como sucedía antes de la globalización.

Desde Salinas de Gortari México estuvo abierto a participar de la globalización a partir de los tratados comerciales firmados por nuestro país con potencias comerciales y económicas, lo cual fue determinante para vincular a la economía de México con la interdependencia global.

El único que no entendió ésto fue López Obrador como presidente. Pensó que México aún era el mismo país que gobernaron Echeverría y López Portillo hace 50 años y asumió una actitud voluntariosa que le llevó a tomar decisiones insostenibles. Pensó que con cerrar los ojos e ignorar el contexto global, se evadía de su impacto. Todo indica que hizo pactos con gente indeseable y con su narrativa demagógica y populista trató de justificar su pasividad frente a la violencia, con lo cual dejó crecer a los grupos criminales.

Sus declaraciones de que el presidente de México siempre está enterado de todo, -las cuales están grabadas en videos que circulan en las redes sociales-, le comprometen en el caso Bermúdez Requena y en la red de huachicol fiscal (contrabando), de los hermanos Farías.  Estos dos casos hoy representan un parteaguas.

Hoy la presidenta Sheinbaum, con mayor preparación académica y una mente más abierta entiende que si no puede cambiar el curso de la ola, entonces debe interactuar con ella.

De este modo las presiones derivadas de la política de Estados Unidos, -cuyas organizaciones de combate a la delincuencia han documentado no sólo las actividades de los grupos delictivos, sino también el contubernio con algunos funcionarios de los diferentes niveles de gobierno-, impulsarán a la administración de la presidenta Sheinbaum para tomar decisiones que afectarán al círculo cercano del presidente López Obrador.

En el momento actual no todo lo que sucede en nuestro territorio, -y lo que vendrá-, se deriva sólo de la voluntad de quienes gobiernan nuestro país, sino de las condiciones del entorno político, económico y social, -tanto de México-, como del resto del mundo.

Por ello no perdamos de vista lo que sucede en Estados Unidos y en otros países poderosos, -o cercanos al nuestro-, pues de ahí se podrán derivar las circunstancias que impactarán nuestro futuro.

¿A usted qué le parece?