EL DIPUTADO Y SU DOBLE MORAL
Para el exclusivo conocimiento de aquel político corrupto y corruptor de la justicia, la palabra de la abogacía independiente de la Nación es ‘’advertiva‘’, con perdón del neologismo. El referido mensaje contiene una advertencia. No encierra amenaza alguna, como equivocadamente ha supuesto aquel diputado del Congreso de la Ciudad de México, dirigente del Partido Verde Ecologista.
El pueblo de México ya está harto de políticos sin escrúpulos de doble moral, como también se encuentra saciado de que funcionarios del entorno de procuración e impartición de justicia reciban consignas y gananciales de un poder corruptor que tiende a brindar impunidad a un degenerado pederasta, violador de sus propios hijos.
Los ciudadanos de este país quieren que se provea justicia a secas, y no se traga la expresión de que Guillermo Alejandro Sesma Suárez (hermano de ese referido político), sea inocente de tan horripilante delito.
La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, antes de adentrarse en el tema, desea externar su criterio, siempre a favor de los hijos del referido pederasta. El deber de los funcionarios de procuración e impartición de justicia de la República es el de proteger de todo tipo de vejaciones sexuales a los menores víctimas del infame delito de pederastia, la ley le exige a esos siervos de la Nación involucrarse desde el momento de tener conocimiento de esos incalificables hechos, adoptando ipso facto, todo tipo de medidas jurídicas preventivas y correctivas que resulten ser indispensables para brindarles y resguardar la integridad de esas inocentes victimas de cualquier situación de riesgo o tensión innecesaria que tienda a vulnerar su integridad, intimidad y seguridad. Nuestra Carta Magna y sus leyes secundarias, jamás permitirán que se busque la entrega de esos menores al pederasta que los violento sexualmente.
Por desgracia, en el caso de los tres menores hijos del degenerado sexual Guillermo Alejandro Sesma Suárez, ello no aconteció así.
Para discernimiento de los queridos lectores, va la historia del caso.
La señora Regina Seemann Audiffred, divorciada del licencioso, denuncio esos hechos sexuales acontecidos en agravio de sus tres menores hijos, lo hizo en su momento ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, a cargo del simulador del derecho que responde al nombre de Ulises Lara López.
El forajido del derecho antes referido y su corrupta fiscalía, en lugar de recoger la advertencia de la palabra expresada en lo que se suponía era un sagrado recinto de justicia; la cual fue formulada por una madre y mexicana ofendida y ubicar esa palabra en el artículo expreso insertado en el Código Penal para la Ciudad de México, como era su elemental obligación, prefirió servir a los corruptos y corruptores intereses de la palabra expresada por Jesús Sesma Suárez a favor del delincuente sexual; dicho político desde siempre ha pretendido que la fiscalía y el Tribunal Superior de Justicia de está capital conceda impunidad a su pervertido hermano.
Ahora observemos la dinámica empleada para obtener esa impunidad.
Ulises Lara López, permitió, concedió, colaboro conjuntamente con su corrupta fiscalía para que ella se dedicase a investigar a la señora Regina Seemann Audiffred, como responsable de una supuesta conducta delictiva, dando para ello inicio a una carpeta de investigación en su contra para nulificar con ello la grave acusación por delitos sexuales cometidos en contra de sus hijos procreados en matrimonio con Guillermo Alejandro Sesma Suárez y para ello acudieron a toda verborrea jurídica e incorrecta interpretación de las leyes que se les ocurría para obtener que esos menores regresaran a lado de su pervertidor.
¡Increíble!, pero ello es cierto y, además, demostrable con palabra y argumento jurídico.
Para obtener esa malsana reintegración, se aplicaron y obsequiaron todo tipo de bajezas, desde el levantamiento injustificado y corrompido de una alerta amber, el obsequiar una orden de aprehensión en contra de la madre y la práctica de un cateo ordenado por un juez de control, para devolverle los hijos al padre violentador sexual, etc., etc.
Vaya historia de inequidad, aberración y palabra política para corromper a la justicia, para lograr que los menores víctimas de las depravaciones de su progenitor, regresaran con él para con ello, quizá, reanudar una indeseable conducta sexual.
Es cuánto.