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Edomex, nadie tiene la culpa

 

Por Ángel Álvaro Peña

Las reacciones de la oposición se mueven entre la justificación y la fantasía. Lo cierto es que tienen un optimismo no sólo injustificado sino envidiable. Ahora aseguran que tuvieron más más votos que en 2017, lo cual pareciera una broma sin lógica o inventan que hay proporciones más cercanas que otras entre el que gana y el segundo lugar, lo cual es ocioso e intrascendente. Lo cierto es que ganó Morena el bastión más importante del PRI y mientras los optimismos se reparten como si fuera confeti, las culpas se renuevan cada cinco minutos.

Marko Cortés es de los más imaginativos y asegura que no tienen candidato en la oposición porque se corre el riesgo de que se perseguido por el Presidente. Lo cierto es que no tienen ni líder en su partido. En cuanto a sus militantes hay con más pasado que futuro y están muy cerca de la cárcel, como es el caso de Cabeza de Vaca, Ricardo Anaya, Santiago Creel, por sólo nombrar tres. El PRI con un líder nacional de dudosa honestidad, no puede jugársela como candidato a menos que quiera que su partido pierda el registro.

La oposición, identificada con la derecha, debería encaminar su atención hacia los empresarios, que tienen mucho que defender y en lo suyo no improvisan. Es decir, están unidos por las cámaras que los aglutinan y por sus intereses. Es decir, podría darle solidez a sus propuestas, aunque tendrían una imagen poco aceptable a nivel popular.

La derrota del Estado de México sirvió para que cada declaración de los miembros distinguidos de la oposición se sometiera a un psicoanálisis. Pareciera que todavía no dan crédito de los resultados y argumentan una lucha reñida, cuando en realidad hubo mucha compra de votos, obstrucción a la llegada de casillas, intromisión en las casillas especiales, urnas embarazadas, etc. Contabilizar esos votos tramposos le quita lo reñido a la contienda que hasta ahora tiene una diferencia de más de 200 mil votos.

 

 

Recordemos que Alfredo del Mazo le “ganó” a Delfina Gómez por 2.78 por ciento, es decir, equivalente a 168 mil votos. Hace seis años nadie cuestionó la legitimidad de Del Mazo, ni habló de competencia reñida ni de elecciones de estado. Pero la oposición considera que nació ayer, igual que la memoria de la población y habla sin detenerse en verificar la lógica de sus palabras ni el contenido de sus ocurrencias.

Los líderes de los partidos de oposición se preocupan más por la forma que por el fondo y se citan para debatir sobre el método para elegir candidato cuando el problema no es el método sino la carencia de líderes. Aseguran que dicha mecánica la definirán dirigentes nacionales de Va por México y algunos actores de la sociedad civil a más tardar la próxima semana.

Repartir culpas es un gesto de inmadurez política tratándose de una elección, porque los partidos que integran la alianza nunca prepararon cuadros dentro de sus partidos. Los mismos que fueron presidentes municipales, saltan a ser diputados locales, luego federales, luego senadores y pasan de nuevo a la diputación local, si tienen suerte son gobernadores y es ahí donde la tentación los rebasa y caen en actos de corrupción.

Por varios años, dentro del PRI, cuando era un partido político se propuso crear dos sectores sumados a los tres existentes –obrero, campesino y popular–, así se presentó la posibilidad de que el Ejército fuera el cuarto sector del tricolor, responsabilidad que adoptó el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana hasta su desaparición.

La otra alternativa era el empresariado, propuesta que ha quedado en el aire por temor a ser considerado como un partido clasista y parte de la élite, pero ahora el PRI no está para escoger. Ya su íntima relación con Claudio X. González lo definió.

 

PEGA Y CORRE

Todos los partidos políticos que competirán en 2024 por la Presidencia de la República definirán, hasta ahora su método de selección del candidato al puesto político más importante del país. Esto quiere decir, que, hasta el momento, no hay democracia interna en ninguno de ellos.

 

Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes