INTERNACIONAL

Denuncia Boric “crímenes de guerra” de Israel en Gaza en aniversario 52 de golpe de Estado en Chile

La conmemoración del aniversario 52 del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 en Chile, fue el escenario de memoria histórica y de lacerante recogimiento espiritual elegido por el presidente Gabriel Boric, para denunciar la tragedia humanitaria y el genocidio que padece el pueblo palestino en Gaza, a manos de Israel.

“Vemos y somos testigos de hambrunas intencionadas, de ataques masivos e indiscriminados contra población civil, de crímenes de guerra, de asesinato a periodistas, a personal médico, a defensores de derechos humanos, a niños y niñas cuya sangre corre como la sangre de niños y niñas. Parafraseando a José Martí podemos afirmar que si Dante hubiera visto Gaza hoy, no habría tenido necesidad de pintar el infierno, lo hubiese copiado”, dijo Boric durante el acto oficial en la sede del gobierno, frente a unos 500 invitados, la gran mayoría víctimas o familiares de quienes padecen hasta el presente la crueldad de la dictadura del general Augusto Pinochet Ugarte.

“Por eso nos duele Gaza, por eso no permanecemos indiferentes, tal como el mundo no miró hacia el lado cuando bombardeaban La Moneda, incluso en un tiempo en que las noticias no viajaban con la inmediatez que hoy lo hacen”, continuó Boric, quien retiró a buena parte de la representación diplomática chilena en Tel Aviv, congeló la compra de armamento y se negó a recibir las credenciales del embajador israelí en Santiago.

El gobernante dijo que para “sostener la promesa del nunca más”, se requiere “estar alertas y activarnos frente a los discursos que relativizan la conveniencia y el valor absoluto e incondicional de la dignidad humana”, porque “muchas veces la antesala de estas tragedias son la erosión y el debilitamiento paulatino de la democracia”.

“No hay que minimizar los discursos de quienes desde diferentes ideas y orígenes desprecian la democracia y sus instituciones o la subordinan a intereses particulares, a intereses comerciales, a supremacismo racial u otros”, dijo.

Fustigó que “un preso político es un preso político en Nicaragua, en Irán o donde sea. Un niño desplazado, hambriento, paralizado por el miedo da igual si está en Gaza, en Sudán o en Ucrania o en una precaria embarcación cruzando el Mediterráneo o el desierto”.

El discurso de Boric fue precedido por la presentación del histórico grupo Quilapayún, cuyas canciones se acompañaron con la proyección en el plató, de la imagen y el nombre de cada una y uno de las más de 3 mil 200 víctimas entre asesinados y desaparecidos, que dejó la dictadura pinochetista en sus 17 años.

Otro momento muy emotivo fue la presentación de un video grabado en abril de 1987, en un acto en Santiago en la población La Bandera durante la visita del papa Juan Pablo II, donde la desconocida pobladora Luisa Rivera leyó una carta detallando al pontífice las tropelías que se padecían.

“Vengo a contarle un poco de nuestras penas y pocas alegrías. Somos madres y esposas que buscamos el bien de nuestras familias, pero esto que parece tan sencillo, es bien difícil para nosotras. Por la cesantía y los bajos sueldos, queremos una vida digna para todos, sin dictadura. Por lo mismo vamos a visitar a los presos políticos y a los torturados, pedimos que se haga justicia y que vuelvan los exiliados. Acompañamos a los familiares de los detenidos desaparecidos y pedimos que se nos escuche y se nos respete. Y pedimos aquí su presencia que puedan volver nuestros sacerdotes expulsados del país”, se le escuchó decir entonces.

Convertida en un símbolo de resistencia, ella falleció recientemente, el 30 de agosto pasado.

La presidencia de Boric lleva adelante un plan nacional de búsqueda de detenidos desaparecidos y la próxima semana el Parlamento votará un proyecto de ley que crea la calidad jurídica de persona ausente por desaparición forzada, estableciendo un registro, que debe servir para facilitar la vida de los familiares y evitar la revictimización cada vez que deben hacer un trámite legal.

El presidente también reivindicó que se continúen recuperado y entregado sitios de memoria porque “cumplen una labor fundamental para la democracia, nos enseñan que los gestos de humanidad también florecen en los lugares más oscuros”, y recordó que el año pasado un sector de la derecha llamó públicamente a rechazar los recursos destinados a los sitios de memoria, y que si bien no lo consiguieron, estuvieron cerca de lograrlo.