COLUMNISTAS

Con Reforma Judicial, muere dedo para nombrar Ministros de la Corte

Por: José Lima Cobos

Los Ministros nombrados por el dedo presidencial, que integran a la Suprema  Corte de Justicia de la Nación, está en franca agonía, al enviar, -el “dictador y antidemocrático”  López Obrador- al Congreso de la Unión -Cámara de Diputados y Senadores- la Reforma Constitucional por la que, se acaba, para siempre  jamás, que el que ejerce el Poder Ejecutivo Federal, pueda,-el presidente de la República-  en la  más execrable impunidad, designar a los que formarán parte del Poder Judicial de la Federación,-que imparte justicia rápida y expedita en este país- y que en abierta complicidad,-se podría calificar hasta de criminal- que         el flamígero dedo de un solo hombre marcara el rumbo.

Ya se ha confesado, por quien hoy dirige los destinos de la Nación, que solo es el ciudadano, en democracia y libertad, el que puede poner orden para que quienes impartan justicia, queden encuadrados dentro de la voluntad general y no al arbitrio de un sujeto que, por el solo hecho de haber sido electo por 31 millones de votos, caiga en la cuenta que la corrupción atosiga y presiona, cada vez más, para que en lo oscurito se sigan haciendo las cosas de la misma manera, lo que resulta imposible, pues ya se ha visto como empoderados en el cargo, son reacios a moderarse  o asumir conductas a favor las grandes mayorías nacionales.

Si  al imponer López Obrador a  cinco Ministros de la Suprema Corte de Justicia

-Lenia Batres, Jasmín Esquivel, González Alcántara, Loreta Ortiz y Margarita Ríos  Farjat -cae en la cuenta que dos resultaron contrarios al proyecto de cambio que viene promoviendo como es que  la Constitución contenga el contenido social que le impuso el movimiento social de 1910 y que con Salinas de Gortari  se macheteo ese  documento -fraude electoral del 88- llega a la conclusión que sea el pueblo el que los elija, sin embargo, los  simuladores de la democracia y la decencia de este  país no quieren que así sea, sino que la oligarquía rapaz, una minoría encabezada por el Presidente de la Republica, lo siga haciendo igual, para que quienes estén en  ese cargo se puedan desviar sin posibles consecuencias, siendo mejor, luego  entonces, que el contubernio y la confabulación prevalezca.

Obviamente, es  un balde de agua fría tal determinación, pues el bunker que hoy representa el Poder Judicial, es inaccesible y lo será en el futuro aún más, si no se cambia a fondo, pues sin formación ni principios de  solidaridad con la nación, lo que  importa el Billelle o el billete, que está en los fideicomisos, de más de quince mil millones de pesos, que de manera indebida tiene ese poder, cuando esta previsto en la ley de responsabilidad y contabilidad hacendaria que el recurso no utilizado tiene que volver a la tesorería de Federación, sin embargo, mediante amparos de juez y parte, hacen y deshacen a su antojo, con un cinismo que raya en la más asquerosa impunidad, en tanto los miserables añoran un poco de pan.

En próximas elecciones veremos hacia donde se encamina la Nación, pues si como se ha visto que los Diputados y Senadores plurinominales, es decir, la escoria de los partidos encabezan las listas -todos de dedo de la corrupción y canonjías- para estar en la nómina del Congreso de la Unión y participar de las negociaciones de los moches para aprobar Reformas Constitucionales y leyes ordinarias,  como está acreditado, el cobre se verá con los actuales integrantes, y,  aunque han adelantado que no aprobaran las iniciativas, los electores demostrarán el domingo 1 de junio si se quiere que  prevalezca la  corrupción o se llega a fondo  en la transformación del país.

Si el cambio se ha anunciado, no hay  duda en cuanto a las Reformas ordinarias,  al tener mayorías  el Presidente López Obrador, pero en las constitucionales se piensa que puedan pasar, por ejemplo en cuanto a pensiones, sepultar a los Diputados y Senadores de partidos, e incluso la mismas  al Poder Judicial, pero  la resistencia está en aquellas que les ha redituado a la oposición un gran poder económico a los grupos hegemónicos con los que está aliado.

Con la marcha que anuncia supuestamente democrática, que es una auténtica farsa, en el caso del Poder Judicial, si no se le corta el dedo al Presidente de la República para que se democratice, evidenciaría la perversidad extrema y extrema ignorancia, pues con ello, el próximo presidente tendrá  el control del Poder Judicial al seguir permitiendo que, por un lado sean los Ministros los que nombren a los Magistrados  y jueces y al Presidente a aquellos, en síntesis, el reto está a la vista.