COLUMNISTAS

Chapopote Núñez, Álamo

Comunidad de la Huasteca veracruzana donde la bondad se hizo costumbre comunitaria y herencia de los más favorecidos

 

Por Ángel Álvaro Peña

La comunidad de Chapopote, Álamo, Veracruz, nacida con la explotación petrolera de la zona, desde el siglo antepasado, es donde surge uno de los hombres más prominentes de la región, Raúl Núñez, quien sembró su generosidad donando espacios para el pueblo, al que procuraba constantemente.

De ahí que a Chapopote se le llame Chapopote de Núñez.

Don Raúl Núñez también contribuyó enormemente al desarrollo de la comunidad, y con una visión a futuro donó un terreno donde construyó un edificio, destinado a los estudios de los jóvenes de la región, hijos de los campesinos de la zona y trabajadores, ahora esa universidad es el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores, campus Xoyotitla.

Heredero del altruismo de su tío, Raúl Quintana Núñez, continuó la labor de tener en los benéficos del pueblo su mayor preocupación.

Ejemplo de ello es la donación de terrenos para la construcción de una clínica, un campo de futbol y una iglesia. Así, en el último año de gobierno de Fidel Herrera Beltrán se construyó. Junto con un estadio de futbol y la Iglesia.

Chapopote Núñez es una localidad del municipio Álamo Temapache, en Veracruz de Ignacio de la Llave.

Ahora, se corre el rumor de que la coordinación general de los servicios de salud no sólo integre al hospital sino que le cambie de nombre, quitándole el de Raúl Quintana Núñez, y poniéndole algún otro, afín a la política nacional, que coordinará la Secretaría de Bienestar.

Ante este panorama la población ha mostrado su indignación, ya que los habitantes de Chapopote consideran a don Raúl Quintana parte de su historia y de su identidad.

Así, el 31 de marzo de 2010, el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán instruyó al secretario de Salud, Luis Fernando Antiga Tinoco, entregar en los próximos 30 días el hospital para la cabecera municipal de Álamo y enlazarlo a la red de salud estatal.

Más de 3 mil 200 habitantes de Chapopote Núñez, Puerta 7, Ejido Chapopote y El Guayabo reciben atención de primer nivel en el centro de salud “Raúl Quintana Núñez”, beneficiando a más de mil cien familias, en ese momento.

Fue construido con 2 millones 500 mil pesos, cuenta con sala de espera, un área de medicina preventiva con un médico, una enfermera y un promotor de la salud, un consultorio dental, cuarto de aseo, almacén y recepción.

Sin embargo, se habla de cambiar el nombre de este espacio, supuestamente emitida por la Secretaría de Bienestar o un líder local, que ha causado indignación, según versiones de un grupo de políticos del lugar, entre quienes se encuentran gente del ex presidente municipal panista, Jorge Vera, como Darío Mirales Acevedo, ex agente municipal, quien dice ejecutar la obra de remodelación. Ahora Vera ha cambiado de partido y quiere concursar para alcanzar por cuarta ocasión la presidencia municipal de Álamo, pero con las siglas de Morena para alcanzar su cometido personal en nombre de la supuesta ayuda al pueblo.

Otro de quienes han soltado el rumor que empieza a molestar mucho a la población es Antonio Herrera Méndez, agente municipal de Chapopote y, además, secretario del Comité de la Clínica de ese municipio.

La remodelación de la clínica con recursos del programa Bienestar parece ser el motivo detrás de esta decisión, la cual se percibe como un intento de borrar el legado de Raúl Quintana Núñez para promover políticamente a la institución gubernamental como un logro propio, lo cual pareciera una especulación alrededor de una de las obras más emblemáticas de la población, porque oficialmente nada se sabe al respecto.

Desde luego que sería una falta de respeto a la población, a su historia, a la familia que ahora encabeza Raúl Quintana Fernández, hijo mayor de don Raúl Quintana. La familia es reconocida por su tradicional preocupación por la comunidad y no sería justo que esta congruencia benefactora la rompiera un mandato de gobierno que nada tendría que ver con el destino de la población, que tiene sus propias raíces y su historia singular.

Incluso se teme que con el cambio de nombre y la remodelación se transforme también la eficacia del servicio y la atención médica que según los habitantes es de primera. Las autoridades guardan un hermetismo que se presta a muchas sospechas luego de que nada deberían ocultar.

La entrega a la comunidad es un obsequio que pocos hacen al prójimo es parte de la forma de ser de la gente de Chapopote de Núñez, Álamo, la calidez de su trato diario tiene raíces y razones de ser. Nadie debe cambiarlas en nombre de la modernidad o la transformación.

La herencia invaluable de don Raúl Quintana Núñez, no debe cambiar de nombre sino continuar llamándose así, aún dentro del Sistema Nacional de Salud.