Assange se une a más de 90 mil manifestantes propalestinos en el icónico puente de Sidney
Decenas de miles de manifestantes propalestinos, entre ellos el fundador de Wikileaks, Julian Assange, marcharon este domingo por el puente del puerto de Sídney en una protesta que paralizó ese emblemático lugar.
Assange, que regresó a Australia el año pasado tras su liberación de una prisión británica, fue fotografiado junto a su familia y el ex ministro de Relaciones Exteriores australiano, Bob Carr.
Más de 90.000 personas, según la Policía; tres veces más, según los organizadores, han marchado este domingo bajo un chaparrón en una de protestas más numerosas de la historia reciente de la ciudad australiana de Sídney para exigir al Gobierno que intensifique la presión sobre Israel.
A tal punto ha llegado la convocatoria que las autoridades han aprobado el paso de la multitud por el Puente del Puerto, algo que ocurre en ocasiones tan puntuales como la histórica marcha por los derechos de la comunidad indígena hace 25 años, que aglutinó a más de 250.000 personas.
La marcha ha transcurrido sin ningún tipo de incidente a pesar de los temores del primer ministro del estado de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, absolutamente infundados en opinión de uno de los organizadores, el dirigente del grupo Palestine Action, Joshua Lees.
«Minns dijo que hoy iba a convertirse en una escena de caos. En su lugar, hemos sido testigos de una efusión hermosa de inspiración, de humanidad, y de lo mejor que la gente lleva dentro», ha asegurado en declaraciones recogidas por la cadena pública australiana, ABC.
Entre los participantes en la marcha ha destacado la figura del fundador de la página web de filtraciones WikiLeaks, Julian Assange, de regreso a su país natal desde junio del año pasado tras el acuerdo con Estados Unidos que desembocó en su puesta en libertad. Se había pasado los últimos cinco años en una cárcel de máxima seguridad por espionaje.
La postura del Gobierno australiano en estos momentos se ciñe a las declaraciones formuladas a finales del mes pasado por el primer ministro, Anthony Albanese, quien avanzó que tomará una decisión «en el momento oportuno» sobre la posibilidad de que Australia reconozca formalmente al estado de Palestina, siguiendo los pasos de países como España, Francia o Canadá.
Sin embargo, también matizó que esta declaración quedaría a expensas de «circunstancias» como la retirada del movimiento islamista palestino Hamás de las instituciones de Gobierno de la Franja de Gaza, en línea con una opinión similar formulada por el primer ministro británico, Keir Starmer.
La multitud desafió los fuertes vientos y la lluvia para marchar por este puente de más de un kilómetro de longitud, inaugurado en 1932 y cuyos arcos parabólicos gemelos se han hecho mundialmente famosos como símbolos de la ciudad y de Australia.
La policía desplegó cientos de efectivos adicionales en Sídney para la marcha.
La senadora de izquierda Mehreen Faruqi dijo a los asistentes reunidos en Lang Park, en el centro de Sídney, que la movilización «haría historia» y pidió «las sanciones más duras contra Israel», al acusar a sus fuerzas de «masacrar» a los habitantes de Gaza.
Assange, que recuperó su libertad tras un acuerdo con el gobierno estadunidense que buscaba procesarlo por publicar información diplomática y militar ultrasecreta, no se dirigió a la multitud ni habló con los medios.
Israel enfrenta una creciente presión internacional para que ponga fin a sus operaciones de represalia en Gaza, que ha provocado la muerte de más de 60 mil palestinos, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza consideradas fiables por la Organización de Naciones Unidas.
El conflicto se desencadenó tras el ataque del grupo islamita palestino Hamas contra Israel en 2023, que dejó mil 219 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la Afp basado en datos oficiales.
Francia, Reino Unido y Canadá han expresado en las últimas semanas, en algunos casos con reservas, su intención de reconocer diplomáticamente un Estado palestino, ante la creciente preocupación y las críticas internacionales por la escasez de alimentos en Gaza.
Australia ha pedido el fin de la guerra, pero hasta ahora no ha tomado la decisión de avalar un Estado palestino.
A la gran marcha de Sídney hay que añadir otra concentración propalestina en Melbourne, donde han participado aproximadamente 3.000 personas, según las estimaciones de las autoridades locales.