Agricultores en EU pierden por caída de precios y grandes inventarios
Dan Henebry, un agricultor de Illinois, lamenta no haber vendido más maíz el verano pasado, cuando el Medio Oeste necesitaba lluvia y los precios eran altos. Y no es el único.
Los agricultores de todo Estados Unidos se arrepienten de haber pospuesto las ventas de maíz, después de que los campos se secaron en mayo y junio, alentando las expectativas de precios más altos y cosechas más pequeñas.
En lugar de ello, los precios se hundieron cuando las lluvias salvaron la cosecha. La magnitud y la rapidez del desplome de los precios afectaron a los agricultores y dejaron sus almacenes repletos de cantidades récord de maíz.
La mayor caída del mercado en una década, en 2023, se ha prolongado hasta este año, perjudicando a la economía rural estadunidense. Dos años de precios altos y escasez de cosechas, espoleados por un clima mundial desfavorable y las perturbaciones de la guerra de Ucrania, se han invertido rápidamente.
Las cosechas récord en Estados Unidos y Brasil, el aumento de la competencia por las exportaciones de granos de Estados Unidos y la limitada demanda interna llevaron a que se almacenaran grandes cantidades de maíz, presionando los precios del grano estadunidense, que el miércoles llegaron a su nivel más bajo desde noviembre de 2020.