ACOSO A MADRES BUSCADORAS
Ricardo Homs
Este gobierno ha sido insensible frente el dolor de las “madres buscadoras”, quienes ante el desinterés de las autoridades por cumplir con su obligación de brindar protección, han tenido que salir ellas mismas en busca de sus deudos, enfrentando solas el acoso de los victimarios de sus hijos.
Sin embargo, en este gobierno que se dice humanista, quienes debiesen protegerlas, las agrede.
El presidente continuamente las ha desacreditado durante las mañaneras, calificándolas como parte de la estrategia de sus opositores para debilitar a su gobierno. Las madres buscadoras representan el recordatorio continuo de una tarea pendiente para el gobierno federal y los estatales, y por ello son una piedra en el zapato, tomando en cuenta que los medios de comunicación han sido muy sensibles y solidarios con ellas y continuamente forman parte de las noticias cotidianas, lo cual exhibe no solo la ineficiencia e ineptitud de las autoridades, sino su falta de voluntad para resolver este grave problema.
Ahora el presidente y el jefe de gobierno de la CDMX, -Martí Batres-, han rebasado la línea de lo inaceptable descalificando a Ceci Flores, -líder del colectivo “madres buscadoras de Sonora”-, por haber dado la desafortunada alerta de un posible crematorio clandestino en la Ciudad de México. Ya la han acusado de haber realizado un “montaje” mediático.
Esta actitud vengativa de quienes gobiernan rebasa lo político. Esta agresión no es de “caballeros”, pues al lanzar todo el poder del Estado sobre una mujer indefensa, -para ridiculizarla-, se vulneran sus derechos humanos y además, esta acción representa una agresión sobre la libertad de expresión, pues todo ciudadano tiene el derecho y responsabilidad de alertar a la autoridad sobre cualquier posible acto delincuencial.
A su vez, es la autoridad gubernamental la responsable de investigar.
Sin embargo, una denuncia mediática como la que hizo Ceci Flores resulta ser de alto impacto, pues pone en evidencia lo que todos sabemos: el fracaso de la política de seguridad emprendida por el presidente López Obrador con su estrategia “abrazos… no balazos”.
Peor aún cuando este hecho se exhibe en plena campaña electoral cuando, los candidatos de la 4T están intentando convencer al electorado de que la gestión de sus gobiernos ha sido exitosa.
Irónicamente, mientras la vida de muchas madres buscadoras día tras día corre peligro al realizar su labor, en estas fechas 80 militares están realizando en Panamá la búsqueda de los restos de un personaje a quien el presidente admira, -de nombre Catarino Erasmo Garza-, militar fallecido en 1895 participando en la guerra civil colombiana. A este personaje nuestro presidente dedicó un libro que fue publicado en 2016.
Gran inversión para localizar los restos de alguien fallecido hace casi 130 años y gran indiferencia para apoyar a las madres que buscan a hijos y familiares desaparecidos en este sexenio.
La indiferencia frente al dolor ajeno cuando se refiere a un ciudadano tiene solamente una connotación moral, pues éste no está obligado a ser solidario con su prójimo si no lo desea. En cambio, un servidor público de inicio está obligado a dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía.
Por ello es no sólo criticable la actitud del presidente de la república y la del jefe de gobierno de la Ciudad de México, al ignorar a las madres buscadoras, -y peor-, aún exhibir al escarnio público a Ceci Flores.
La ausencia total de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, -que debiese manifestarse en este vergonzoso caso-, no deja mas que en manos de la ciudadanía manifestarse y exigir al presidente respeto para con la reputación de los ciudadanos.
¿A usted qué le parece?