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Abrieron billeteras en Veracruz

Por José García Sánchez

Hay políticos en Veracruz que deben sacar la billetera para que la gente los recuerde ante un periodo de mediocre pasividad en los cargos que ostentan, principalmente en la Cámara de Diputados donde se han pasado la vida viviendo del presupuesto personajes como José Yunes.

José Yunes Zorrilla continúa con su fijación de ser gobernador de Veracruz, a pesar del desempeño pasivo y mediocre que ha tenido como legislador y funcionario público, de presidente municipal pasa a diputado local, luego senador y ahora diputado federal. ¿Qué seriedad o consistencia política puede tener una persona con esa trayectoria si nunca ha hecho nada más que promesas a quienes dice representar?

En un momento de lucidez José Yunes recordó que tenía que hacer ruido para colocarse ahora como posible candidato de su partido, o lo que queda del PRI, para la gubernatura, pero como la pasividad era tan grande debió abrir la billetera para que le encontraran virtudes donde no las hay.

El partido por el que pretende competir tiene de intención del voto el 1.1 por ciento, es decir, si es real el pronóstico de TResearch International, el tricolor perdería el registro en Veracruz, luego de ser uno de sus bastiones. Porque donde el PRI es aplastado su destino está marcado, difícilmente podrá levantarse y esto sucede donde fue, en su momento de gloria, un bastión tricolor. Veracruz es un claro ejemplo de esto.

 

A pesar de estas circunstancias que reconocen propios y extraños algunos priistas se resisten a reconocer su verdadera situación no sólo en Veracruz sino en todo el país, pero esta encuesta es muy significativa, a pesar del tiempo que falta para las elecciones, lapso en el que podría deteriorarse el PRI, el PRD y el PAN.

José Yunes cree que su carrera política en decadencia puede renacer con el simple hecho de ser nombrado, una vez que el tricolor desaparezca hará valer su nombre para incorporarse a algún otro partido. La participación en tribuna de Yunes Zorilla en su actual cargo de diputado federal ha sido poco menos que mediocre, carece de proyecto personal y de programa partidista para cualquier cargo por el que pudiera competir.

 

El PRI únicamente cuenta con tres diputados locales en Veracruz, esto fue un aviso para los militantes de que su partido estaba en la lona y en lugar de ponerse a trabajar, lo que hicieron fue buscar alianzas y denostar todo lo que el partido en el poder y sus funcionarios hacían. Diputados locales y federales acaban de despertar a la necesidad de hacer ruido para que la población voltee a verlos ante la proximidad de los comicios de 2024, para los cuales no tienen ni líder ni candidato.

Quien considera que en el PRI no sucede nada se convierten en cómplices de un líder nacional que ha dejado de lado todo tipo de decencia y que no se ha dado cuenta que los tiempos ya pasaron y no regresarán. Aquí el problema no es sólo Alito proceda de esa forma, porque es una conducta que siempre han tenido los líderes nacionales del PRI, la diferencia es que le tocó a él la transformación y todo fue develado.

Mientras Alito siga siendo el líder nacional del PRI, los priistas son cómplices porque se confiesan inhabilitados para sacarlo y esto se debe a que carecen de las herramientas necesarias en sus estatutos para correr aun dirigente nacional, debido al culto a la personalidad que refleja el cacicazgo que representa ese cargo.

En tofos los países del mundo democrático existen los medios suficientes para deshacerse de un líder nacional que deteriora la imagen de ese partido, cuyos estatutos deben conocer todos y al estar de acuerdo con ese hueco que impide derrocar al rey de los priistas, son cómplices de su inexplicable estadía de Alito al frente del CEN del PRI.

Finalmente, quien debe palomear a los candidatos será Alito mientras este en ese cargo, y de nada les sirve a los priístas que se dicen honestos decir que hay una diferencia entre liderazgo nacional y militancia, se engañan ellos mismos. Porque si buscan reflectores, aunque sea con dinero, quiere decir que quieren seguir viviendo del presupuesto y para ello tienen que negar a su líder, aunque éste sea quien deba aprobar esa candidatura que tanto añoran.

José Yunes, es evidente, ya abrió la billetera y paga para que lo vean despabilarse. Se acabó el sueño.

 

 

Twitter: @Josangasa3

 

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