Democracia o corrupción e impunidad con el INE y el Trife
Por José Lima Cobos
La cuestión es sencilla, pero la realidad es inocultable, o se llega a la democracia plena en nuestro país de manera que nadie la obstruya o por el contrario que siga prevaleciendo la corrupción e impunidad que, hoy por hoy, la encabeza el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, resistencia sólida para profundizar en que no se obstaculice la democracia y que no se aliente el saqueo y el atraco a las arcas pública, que en esta época tienen el signo de estar al servicio de las grandes mayorías empobrecidas y en la miseria, para medio paliar sus necesidades, pues lo que antes todo se robaba, ahora se cubre por un celo que nace en la austeridad republicana.
Si la disyuntiva es clara, solo queda el camino de la solidez de una institución electoral que no sea onerosa y que sirva de refugio y soporte para que la oligarquía, enemiga de la democracia, se apodere de los grandes intereses nacionales mediante diversos actos de simulación y engaño que se aplican a modo y, lo peor, que se utilizan los recursos de la nación para ese propósito.
DICTADURA ELECTORAL
Es falso que el INE como está integrado sirva para unir al país, al contrario, es un organismo discriminatorio y racista pues en lugar de alentar y estimular la democracia, la restringe, pues con su actuar inhibe la participación ciudadana, mediante obstáculos legaloides que vienen del pasado y que, todos conocemos, se hicieron para aparentar democracia cuando en el fondo era una “dictadura electoral” que ha seguido operando, pero claro de manera distinta, porque antes las elecciones no eran tan onerosas y ante la simulación se creó, un supuesto organismo independiente del gobierno, pero vinculado a la oligarquía criolla, que no hecho otra cosa que aturdir a la sociedad, con la excesiva propaganda para presumir de lo que carecen, cuando no sea vivir en el dispendio y los excesos que rayan en la criminalidad.
Si los primeros que violan la Constitución General de la República y -hacen alarde de constitucionalidad y legalidad-, ahora se oponen a que los vigilen y se les limite exactamente a los tiempos electorales, -porque si solo se producen y organizan elecciones dos veces por año-, que tiene que soportar la nación, el gasto despilfarrador de estos auténticos gandallas que siendo los que buscan el amparo – recurso rápido y efectivo con que cuenta el Estado mexicano y del que se abusa precisamente por quienes dicen defenderlo-, fueron los primeros que buscaron los amparos para que el Artículo 127 constitucional se violara, al impedir que se aplique la ley de remuneraciones de los servidores públicos de todo el país, para que nadie pudieran percibir mayor sueldo que el que recibe, el Presidente de la República que es jefe de Estado, jefe de gobierno, jefe de las fuerzas armadas, es decir, quien tiene el poder para afrontar los retos de la nación en su conjunto, vive en la medianía- lo decía el presidente Juárez- de la retribución justa, ahora, esos servidores públicos- igual que los ministros de la corte, jueces , magistrados y organismos autónomos, viven en el dispendio más espantoso- sin ningún espanto o cuidados por los demás, esto es, desvinculado de la sociedad necesitada.
REFORMA ELECTORAL Y DEMOCRACIA
Si el alarde y el escándalo de la minoría insaciable se deja sentir, al pretende armar, con una marcha de protesta para la democracia que no había existido sino el dedo presidencial omnipotente, que ha convocado para el domingo, pues de inmediato, que digan que es porque, ya no habrá más burocracia electoral – así está en el proyecto de Reforma Electoral que se plantea por el presidente López Obrador- consistente que en que los consejeros electorales y los integrantes del poder judicial Electoral serán electos por la ciudadanía y jamás volverán la cuotas de poder para sus nombramientos de parte de los partidos políticos -así se constituyó esos organismos en el pasada etapa de corrupción e impunidad- además, los partidos ya no recibirán las millonadas del erario para sus gastos y el apoyo se brindará solo en época de elecciones, en síntesis los miles de millón que ahora se derraman entre esas mafias , estará destinada a servir a la sociedad en concreto, se acabará eso de gobierno rico- alta burocracia – y pueblo pobre o miserable.
Es esencial la reducción del número de legisladores – diputados y senadores-, pues los trescientos diputados- ya no quinientos- representarán la soberanía nacional y los senadores, a las 32 entidades federales, en precisión, si hay democracia y respeto al voto, ningún sentido tiene la representación proporcional como es ahora, pues está demostrado, que los plurinominales son camarillas de amigos y contertulios de la corrupción, arropada en la oligarquía criolla, en síntesis, ahora los legisladores serán electos en todos en los distritos y los estados, pero tendrán que sudar la camiseta y no la comodidad del “dedo”, que existe hasta ahora.
Si el cambio va en serio, que todos contribuyamos para que exista una auténtica democracia y no la simulación que hoy se observa, que, el pretexto de la defensa de la democracia se demuestre en los hechos y que los organismos que vigilen ese proceso, sean de impecable honestidad y no meros simuladores y chupa presupuestos de la nación. Ya basta de defensores escatólogicos, que se envuelven con lo mismo.
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