Mara Lezama Transforma la Vida a más de 500 Familias al Entregarles Apoyos Sociales del Bienestar
Para mejorar la calidad de vida y contribuir al bienestar de las y los quintanarroenses en situación de carencia y vulnerabilidad, la gobernadora Mara Lezama Espinosa entregó de forma directa y gratuita apoyos sociales del bienestar a 550 familias de Benito Juárez.
En el domo deportivo Toro Valenzuela, la primera mujer gobernadora entregó 50 sillas de ruedas, 20 andaderas básicas, 20 andaderas con asiento, 20 andaderas con asiento y ruedas, 20 bastones reforzados, 120 tinacos, 100 cubetas de pintura de 18 litros, 70 triciclos, 80 bicicletas, 10 muletas, 20 glucómetros y 20 baumanómetros, de este programa que se impulsa a través de la Secretaría de Bienestar, a cargo de Pablo Bustamante.
Mara Lezama recordó que cuando inició este gobierno humanista, de corazón feminista, hace poco más de 2 años, se comprometió a trabajar bajo los principios de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. “Me comprometí a poner primero a las y los pobres y a hacer justicia social, porque no se trataba de una bandera política, como antes lo hacían, se trata de saldar las deudas históricas y que la justicia social sea una realidad palpable”, afirmó.
Y justamente, añadió, la entrega de estos apoyos sociales, -los triciclos, bicicletas, sillas de ruedas, andaderas, bastones, tinacos, las cubetas de pintura, y los demás apoyos- son parte de ese compromiso que tenemos con ustedes, con su bienestar, y con la construcción de un estado más justo e igualitario que verdaderamente atienda las causas y equilibre la balanza social.
Durante el mensaje que dirigió a las y los beneficiarios, la gobernadora de Quintana Roo puntualizó que en esta nueva forma de gobernar “lo primero es atender al desprotegido, acabar con las brechas de desigualdad tan dolorosas, pero también hay que acabar con el machismo, el clasismo y el racismo.
“Hay que acabar con esas frases refiriéndose a las mujeres, que se han escuchado durante muchos años como “escopeta cargada y en la esquina” o “no puedes trabajar”, o aquella que cuando ya es abuela y decide estudiar y recuperar la capacidad de volver a trabajar le digan “cómo crees” y se burlan y le cuestionan “a tu edad, ¿crees que vas a poder a trabajar? ¿No te da pena? La respuesta es no. No me da pena, me da mucho orgullo poder salir adelante, poder bordar, tejer, urdir hamacas, poner pestañas, hacer las cejas, poner uñas, hacer dobladillos, cocer, cocinar”.